Comenzó a trabajar con la tierra, redujo su estrés y mejoró sus crisis de epilepsia: la historia de Santiago

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Santiago Barrera tiene 32 años y asegura que la “Pachamama” lo curó. En su Vivero El Tacku, en Villa Allende, cultiva plantas y árboles nativos de Córdoba.

FOTO: Santiago produce plantas nativas en el Vivero El Tacku

FOTO: Santiago produce plantas nativas en el Vivero El Tacku

Santiago Barrera tiene 32 años, nació con Síndrome de West y crisis de epilepsia, pero logró a través del trabajo con la tierra reducir esos episodios.

En la casa de su familia abrió el Vivero El Tacku, en Villa Allende (Córdoba), donde produce plantas autoctonas de Córdoba, con el objetivo de ayudar a cuidar el medio ambiente y enseñar sobre la flora regional.

Asegura que la “Pachamama” lo curó y encontró en este emprendimiento un trabajo que lo apasiona y en el que se siente útil.

“De chico ayudaba a mi papá a armar la huerta en casa y el vivero fue una idea que como microemprendimiento hace 16 años con el objetivo de ayudar a cuidar el medio ambiente y remediar toda la problemática de los incendios y de la gran deforestación que hay”, reveló a Diversidad.

Este trabajo trajo numerosos cambios en su vida: “Desde chico soy epiléptico y cuando empecé a producir los árboles, iba a los controles neurológicos y comenzaron a aparecer mejoras que permitieron que me disminuyan la medicación anticonvulsiva. Fue un cambio muy grande en mi vida”.

“Yo siempre digo que la Pachamama me ha curado”, remarca.

Su trabajo con las plantas nativas hoy le ha abierto nuevas puertas para brindar charlas y talleres de sembrado junto a una ONG de Villa Allende, y en escuelas donde difunde la importancia de producir árboles autóctonos.

“La producción de nativas la empecé de a poco con solo dos especies y me capacité en una escuela especial llamada Ckari Cay y ahí salí con la especialidad en huerta y jardinería, luego esa institución me derivó a un vivero especializado e hicimos distintas capacitaciones sobre el tema”, relató.

“El trabajo con la tierra y las plantas me hace sentir ocupado, que puedo conocer más gente interesada en lo que hago. Me da la posibilidad de estar constantemente interactuando con gente de diferentes edades y aportar mi granito de arena para cuidar el bosque nativo”, valoró.

Y reflexionó: “Plantar nativas es sembrar vida”.

Fuente: Cadena3

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