Menora es el nombre de la organización que busca “Ayudar como modelo de formación de nuevas sociedades”.
La organización Menora organiza campañas de donación de sangre para ayudar a quienes necesitan transfusiones y para formar a los jóvenes a pensar en el otro y actuar en consecuencia.
Menora es una organización, fundada y presidida por el Gran Rabino Isaac Sacca, que se dedica a brindar educación y contención a la juventud, con el fin de formar personas de bien que se brinden a la sociedad a través de acciones solidarias en pos de un mundo más justo y noble. En ese camino, crea programas solidarios de los que participan miles de jóvenes.
Isaac Sacca se dedica a formar jóvenes hace más de 25 años. “Las acciones concretas son las que nos forman. Si hacemos buenas acciones, nos formamos como personas solidarias. Cuando pensamos en hacer realidad el mundo que queremos, debemos estar atentos a nuestro alrededor, percibir las carencias y aportar de forma sencilla a que disminuyan. Detectar necesidades y poner manos a la obra para resolver las pequeñas trabas. Menos palabras, más acciones. Poco a poco, el cambio que lograremos será enorme”.
Así fue como hace ya tres años, de la mano del Director de Juventud Menora, el Lic. Ariel Berim, se lanzó la primera campaña de recolección de Sangre de Menora. Con el auspicio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en conjunto con el Hospital Fernández, el pasado martes 23 de marzo fue la nueva campaña, en la que más de 100 jóvenes se acercaron a Menora para donar sangre.
Por segundo año consecutivo, el centro de actividades se convirtió en una sala de hemoterapia. En la terraza estaban las camillas espaciadas y todo organizado para una campaña bajo las normas de salud de recolección y traslado de sangre, sumado a las pautas particulares de la cuarentena por COVID-19.
Además de Berim, responsable de la campaña, estuvieron presentes el Rabino Gabriel Sacca, director general de Menora, Pamela Malewicz, subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad, el Dr. Oscar W. Torres, presidente de la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología, y el Dr. Estevez, Jefe de Unidad de hemoterapia del Hospital Fernández.
El Dr. Estévez contó que, en 2019, el departamento que dirige recibió entre 4000 y 4500 donantes. Más del 90 % son donaciones que llegan a través de familiares a los que se les exige donantes para realizar la intervención programada. Otro dato interesante es que en 2020, año de la pandemia por COVID-19, no se llegó a 3000 donantes. El aislamiento trajo una caída estrepitosa de donantes y de pacientes con necesidad de transfusiones, ya programadas quedaron en stand by. Pero con el retorno a la vida cotidiana, los bancos de sangre no eran suficientes. Y allí tomamos dimensión de la importancia de las donaciones de sangre.
Accidentes de tránsito o domésticos, cirugías programadas o de urgencia, enfermedades oncológicas y hematológicas, trasplante de órganos, intervenciones traumatológicas. Y la lista de todos a los que una transfusión de sangre les salva la vida continúa.
Según la AAHTI (Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología), solamente el 1,5% de la población dona sangre en la Argentina, muy por debajo del 8 al 10 por ciento necesario. Es decir, de los 45 millones de habitantes que viven en Argentina, son donantes de sangre 670.000 personas. Según cálculos del hospital Garrahan, para alcanzar el objetivo de cubrir las necesidades transfusionales, nuestro país debería contar con hasta 2 millones de donantes por año.A escala mundial, se realizan anualmente unas 92 millones de donaciones de sangre.