La historia de Natalia es conmovedora, su lucha, nunca bajar los brazos y enfocarse en sus estudios, logrando su principal objetivo a pesar de las adversidades: se recibió como licenciada en Comunicación Institucional.
Luchó y triunfó. Natalia La Falce, una joven de 27 años, el pasado domingo utilizó sus redes sociales mientras preparaba el último final de su carrera.
A través de su cuenta de Twitter, lanzó: “Mis últimos 9 finales los rendí haciéndome quimio. Hoy, estoy a 3 días de recibirme. Esto es mucho más que un título. Es el premio a no haber bajado los brazos, aún cuando sólo quería dormir. A un pasito de lograrlo”.
“Fue impresionante, me dieron retweets varios usuarios, me comentaban, se llenó de interacciones. Todo se dio entre medio de que estaba por rendir y recibirme, no esperaba esta repercusión, lanzó en diálogo con ADNSUR..
Sin embargo, todo salió como esperaba: Todo el esfuerzo que hizo tuvo su recompensa y se recibió como licenciada en Comunicación Institucional por la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) de la Universidad Nacional de Córdoba.
Natalia atravesó sus últimas clases y finales mientras concurría a sesiones de quimioterapia después de un diagnóstico difícil. Durante un chequeo médico recibió su dato poco alentador: mola hidatiforme, una enfermedad trofoblástica de la gestación.
“Tenía un conjunto de células en el útero que crecen cada vez más y más y hay que sacarlas rápido. Iban tener que hacerme una intervención”, comentó la joven oriunda de General Pintos, Provincia de Buenos Aires.
Como los análisis siguientes eran menos alentadores, los profesionales le recomendaron la quimioterapia. Su caso, según contó a La Nación, representa 1 cada 7.000 pacientes con el diagnóstico.
La joven decidió radicarse en Córdoba en el año 2014. Estudió y se recibió de Periodista Deportivo en el 2016. Posteriormente, decidió continuar sus estudios en la UNC y mientras cursaba, entre sus 23 y sus 24 años, estuvo en pareja con un hombre que la violentó.
En julio de 2020, en General Pico y acompañada por su familia, comenzó con la quimio. “Duró seis meses, hasta diciembre, y fue a través de inyecciones. Me las ponían día por medio. En total fueron 46 y muy fuertes. Es un tratamiento invasivo, pero había que combatir la enfermedad”, describe. Todos los miércoles le hacían análisis de sangre (iba siempre acompañada por su mamá, porque Natalia le tiene pánico a las agujas) y los viernes visitaba a su oncólogo.
“Ahora sigo con controles de rutina. Al principio me hacía análisis de sangre todas las semanas, después cada 15 días, luego cada cada mes y ahora cada tres meses. En total son tres años de tratamiento: me queda uno”, detalló.
“Como se me está haciendo muy complicado conseguir trabajo como periodista, que es lo que más quiero, mientras empecé con un emprendimiento y vendo accesorios. Pero siempre voy por más. Mi objetivo es seguir estudiando y ahora quiero formarme como community manager porque en las búsquedas laborales veo que es bastante solicitado”, cerró la joven licenciada.
FUENTE: ADN SUR