Hugo de Bernardi, el hombre orquesta

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Creó la letra y música del diálogo onírico entre Borges y Kafka en el Cierre de la Bienal 2020

POR ALEXANDRA BARRETO

Tiene un hablar pausado, una voz que gusta escuchar pero lo más inspirador: una historia de vida laboral intensa y con su arte ha recorrido Argentina y el mundo entero. Es bandoneonista. Desde niño tenía inquietud, vocación y curiosidad para hacer realidad las ideas que se le ocurrían. Primero, a modo de ensayo, buscó la técnica en música, teatro, pintura.

“Tuve la suerte de tener un piano vertical muy viejo en casa, desafinado, con el que jugaba y mi madre me orientaba a través de colores que pintaba en las diferentes teclas; así pude aprender en el pentagrama. Luego, a los 13 años, tocaba la guitarra en la escuela y tuve mi primer profesor; paralelamente conocí el teatro a los 15 cuando fui convocado a un espectáculo con un grupo de la Patagonia”, le contó Hugo a Optimism.

Agrega que experimentó lo que era un ensayo, comprometerse para hacer funciones y se interesó por la búsqueda a través del cuerpo. “Compuse distintos personajes y logré una simultaneidad, veía que se usaba mucha música y que en los conciertos que realizaba en mi juventud había cierta teatralidad, puesta de luces, se musicalizaban los espectáculos desde dentro de la escena o de afuera, por ejemplo un audio externo con dispositivo, a veces notaba como descuidado el lado de la puesta en escena y al revés, ver una obra demasiado despojada de lo que era el sonido. Siempre digo que una buena película musicalizada, siempre apoya las escenas, la emoción de algunas acciones. Esta riqueza me interesa mucho y de alguna manera estoy en estas artes que parecieran que no conviven pero se llevan mucho mejor de lo que uno cree”.

En Buenos Aires, egresó del conservatorio Argentino Galván en la Academia del Tango, cursó con los maestros Aníbal Arias, ‘Marinero’ Montes, Fabián Bertero, Juan Trepiana y Roberto Siri. También hizo estudios privados de guitarra con Luis D’Agostino, profesor de jazz. En la actualidad cursa composición y armonía aplicada al bandoneón junto al Maestro Néstor Marconi en SADAIC.  

‘Variación y fantasía’ fue su musa inspiradora. Participó en La Bienal, organizada por la Embajada de Argentina en la República Checa con un encuentro onírico entre Borges y Kafka.

“Todo se dio porque estuve tocando tango en la Embajada de Argentina en Alemania y a partir de eso surgieron otras invitaciones que quedaron pendientes a raíz de la pandemia. Para ir a Praga a la Embajada le habían interesado algunos clásicos de tango sólo con el bandoneón instrumental y a partir de ahí comenzó el nexo. Decidí trabajar un encuentro de los dos filósofos en Stromovka, una de las plazas más emblemáticas de Praga, a esto le agregué música original, edité, hice un trabajo  de relator con la voz”, sostiene.

Bernardi, recalca que para hacer este trabajo, tomó aquel aire de ensueño y aquella reflexión que Borges abre muy conocida: “Mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado y que así cada hombre es dos hombres”.

No pudo viajar a Praga por la pandemia pero la Bienal se efectuó online a través del Facebook de la Embajada. “Estoy muy agradecido porque me tomaron en cuenta para escribir y elaborar con el bandoneón algo que representara a estos grandes maestros. Los comentarios fueron alentadores, positivos, se abrió algo muy lindo, trabajé sin expectativas”.

Fueron muchos meses, durante largas noches creando bocetos para darle forma a esta obra hasta llegar al resultado final.

El amante del tango, expresa que cada vez más le sorprende la familiaridad del género con el público extranjero. “Es inexplicable la fascinación que genera, se baila y escucha  en otros países. Lo comprobé por los constantes recorridos por el mundo con el grupo Periplo, llevando de la mano el bandoneón. Estuve en Brasil, varios países de Europa con mi arte… Siempre armo la mochila para viajar”.

Al consultarle sobre los 100 años de Piazzola, pondera la actuación del maestro Néstor Marconi y de Horacio Lavandera. “Los distintos conciertos que se realizaron fueron sublimes junto a la orquesta del Teatro Colón, logrando un nivel maravilloso. Lo que me despierta admiración es este impulso por pensar la música y el tango con un quiebre nuevo, utilizar esas bases clásicas de los compositores más conocidos para generar una ruptura hacia una sonoridad nueva, no dejar la transgresión de innovar pese al que le pese, estar en movimiento”.

El teatro también forma parte de su acerbo, es presidente de la compañía de teatro Astrolabio, situada en Villa Mitre. Una sala independiente para 60 personas, espacio en el cual con la compañía Periplo ejecutan ensayos, investigación teatral, artes escénicas, trabajos pedagógicos. Funciona con programación estable y por streaming.

“El grupo cumplió 25 años de trayectoria. Hace unas semanas estrenamos ‘Carniceros de la Lírica’. A través de un lenguaje popular se plantean problemáticas metafísicas, utilizando como medio expresivo, el grotesco, el marco es una carnicería de barrio”, explicó.

Curiosamente, la cuarentena del compositor fue realmente positiva, una etapa en la que le pudo dedicar más tiempo a su bandoneón. Confiesa que fue un arduo entrenamiento, muchas horas por día. Además aprovechó para escribir, generar proyectos, volcarse a la composición, grabó con su quinteto ‘Aguas Argentinas’ y  el material lo subió a las redes en Spotify.

En su haber tiene múltiples presentaciones como solista y acompañando formaciones musicales varias.

Cabe destacar que su hoja de vida también marca que es egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramático de Buenos Aires y estudió con distintos maestros de Argentina y del exterior (Mónica Montenegro de la Universidad de São Paulo; Andrew Tsubaki, Profesor de la Universidad de Kansas y Silvana Cardell, Profesora de Danza).

Como actor y músico trabajó en numerosos espectáculos reconocidos por la prensa nacional e internacional: “Ardiente paciencia”, “Frankie”, “Otra baja”, “El musical”, “Y sus pies tocaron la tierra”, “El dragón y su furia”.

Dirigió y compuso músicas originales para distintos espectáculos, se destacan: “Luisa”, de Daniel Veronese; “Los Noroña”, sobre textos de Nelson Rodríguez; “Club de caza”, sobre textos de Arístides Vargas y Mario Levrero; “Pluma y la tempestad” de Arístides Vargas; “Lo Total” de Tomás Trugman; Beatriz y Raúl” (Absurdo epílogo nacional). Además hizo asistencia de otras obras, como: “Inferno” y “La sabiduría del imbécil”.

Así es el mundo de este innovador de las artes escénicas, su vida transcurre en un perenne descubrimiento en el arte. Su nombre es sinónimo de bandoneón.

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Luz Maria De Bernardi

Que orgullo por favor!!!!!!!

Paloma De Bernardi

Fantástico mi querido Huguito. Un orgullo que seas nuestro sobrino.
En córdoba me doy el lujo de contar que ESE ES MI SOBRINO. Muchos más éxitos te deseamos con todo cariño. Paloma y Los Miranda ????

Alun Lloyd

Felicitaciones Hugo! Un embajador del buen gusto! Bravo maestro!