Anna Scappini, la primera corredora trans en participar de una prueba de atletismo argentino

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La llegada de los atletas trans al deporte es algo que en la Argentina ya se vio. Mara Gómez en fútbol o Maia Jasvir Romero en vóley son dos de los casos más renombrados, pero son actividades grupales. Dentro del atletismo y del running, todavía no había ningún caso que hubiera tomado conocimiento público, hasta este fin de semana, cuando se produjo la participación de Anna Scappini en los 3.000 metros dentro del torneo “Día de la Mujer”, compitiendo a la par de atletas federados.

No creo que haya diferencias con el resto de las chicas a causa del tratamiento hormonal que vengo haciendo desde hace años. Esto te hace perder fuerza y tener contextura femenina”, explicó la atleta.

Scappini corrió en calidad de “invitada”, dentro de la segunda serie y con las atletas menos veloces, dado que no tenía marcas anteriores. ¿Su resultado? Fue la más veloz de su grupo, con un impresionante remate en los metros finales que le permitió pasar de la tercera a la primera posición. En la clasificación general, ocupó el puesto 12 de 28 participantes.

¿Quién es Anna Scappini?

Con 32 años, nació en Paraguay, pero eligió vivir en la Argentina porque en América Latina “es el país más inclusivo”, opina. “Es muy difícil ser una mujer trans en Paraguay, donde hay mucho machismo y fobia. Acá es distinto, y no es algo menor que exista la Ley de Identidad de Género”, relata.

Así fue como optó por venirse al país, con el objetivo de estudiar y trabajar. Hoy asiste a la Universidad de Quilmes, donde cursa dos carreras. Respecto al deporte, a partir del 2019 comenzó a correr y se enganchó con la actividad.

Ojalá, en un futuro, el que una persona trans desee anotarse en un deporte no sea un hecho noticioso“, explica.

Anna forma parte de la agrupación atlética Osvaldo Suárez, pero aún no está federada. Corre los 10 kilómetros en 41 minutos, una marca muy buena para un runner amateur, y que la posiciona dentro del grupo de las más veloces de cualquier competencia. Además, entrena seis veces a la semana, y aparte del running, realiza ejercicios de fuerza, ciclismo y natación.

Las personas trans cambiamos nuestros cuerpos a través del TRH (Terapia de Reemplazo Hormonal), adecuándonos al género autopercibido (y así desarrollamos rasgos de acuerdo al sexo). Gracias a la administración de hormonas y gracias a especialistas, se controla el nivel de testosterona, para así no tener ventajas en lo deportivo”, describe.

Asimismo, Anna explica: “No creo que haya diferencias con el resto de las chicas a causa del tratamiento hormonal que vengo haciendo desde hace años. Esto te hace perder fuerza y tener contextura femenina”.

En cuanto a ser la primera en la actividad, tiene sus pro y sus contra y ella lo sabe. “Siempre, al ser pionera en algo, saldrán situaciones negativas, pero también está la satisfacción de alcanzar un objetivo y abrir el camino a las que vienen detrás”, argumenta.

Estoy en contacto con una chica trans que practica un deporte grupal de alto rendimiento y, como todo lo nuevo, se necesita un tiempo de reflexión y de implementación, con pruebas donde habrá errores y aciertos hasta que llegue a un punto final de maduración. Cada deporte tiene sus características, y la presencia de una persona trans gravita de manera diferente en los resultados deportivos”, señala.

En cuanto a una posible solución en este aspecto, explica: “Se puede empezar a estudiar sobre nuevas normas, estableciendo criterios que prevengan situaciones conflictivas que afecten a los atletas o empañen los eventos deportivos y carreras en general. Ojalá en un futuro, el que una persona trans desee anotarse en un deporte no sea un hecho noticioso, sino más bien algo que pase desapercibido. Tengo fe en que ocurra”.

La mirada de la Federación Atlética Metropolitana

La FAM fue la organizadora del evento de atletismo en el que participó Anna Scappini, como también atletas de talla internacional e integrantes de la Selección Nacional de Atletismo. El hecho de que la atleta no estuviera aún federada, y haya participado en calidad de invitada, lleva a que se “teorice” más de lo que se pueda hablar en cuanto a hechos y normas.

El presidente de la FAM, Daniel Silveyra, opinó sobre el caso: “Desde la FAM, en el caso de que una atleta desee federarse, respetaremos las normas y recomendaciones de la World Athletics (las que se enfocan en analizar los niveles de testosterona de cada atleta)”.

A su vez, con la premisa de respetar las indicaciones que la Confederación Argentina de Atletismo y la Secretaría de Deportes expresen, también agregó: “Comprendo que alguna atleta pueda sentirse en desventaja y es lógico, pero desde la Federación estamos abiertos a opiniones y posturas que podamos proponer para lograr una inclusión justa tanto en lo social como en lo deportivo”.

FUENTE: TN RUNNING

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