Una enfermedad afecta sus musculos, pero eso no lo detuvo para nadar 8 km

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Matías Torres tiene 33 años y nació con el sindrome de Prader Willi, que afecta su tonicidad muscular. A los 3 años comenzó a ejercitar sus piernas en el agua y se largó a nadar. En 2018 cumplió una hazaña: atravesó el Yaguarón, un brazo del río Paraná, lo que registró el director Alejandro Camaño en el documental Contra la corriente. Ahora irá por más. Emocionada, su madre le contó a Infobae: “Lo criamos para ser independiente”

Cada día, Matías Torres regresa de trabajar en el vivero que sus padres abrieron para él y mientras saluda a su mamá repite: “Soy feliz”. Cuando Adelina Rivas lo parió, el 27 de mayo de 1987, no hizo fuerza para nacer: era hipotónico y no succionaba. “Era un bebé que no se movía. Lo acostábamos en la cuna y estaba en la misma posición por horas. Sus primeros días los pasó internado, pero nadie nos decía qué tenía. Solo sabíamos que no hizo fuerza para nacer, por eso lo llevamos a estimulación temprana y así fue creciendo”, resume su madre.

Ese chico, en el año 2018, cruzó a nado un brazo del Río Paraná a la altura de San Nicolás, el Yaguarón. En esos 8 kilómetros, a pura brazada, le gritó al mundo que viviría la vida a su manera. Su hazaña fue registrada por el director Alejandro Caamaño en el documental Contra la corriente. Pero Matías se preparó para ese momento casi toda su vida. Sólo él y un puñado de personas lo creía posible. Es que Matías padece de Prader Willi, un síndrome que le fue diagnosticado a los 6 años que es un trastorno genético poco común, que genera disminución de la fuerza muscular. No solo era improbable que lograra nadar esos kilómetros, directamente era impensado que pudiera nadar.

La relación de Matías con el agua comenzó a los 3 años, como terapia. En ese medio comenzó a desarrollar la fuerza de sus piernas. Y se largó a nadar. A los 15 empezó a participar de umn grupo que nada en aguas abiertas: cruzó la laguna de Monte, nadó en Areco y finalmente cumplió el cruce del Yaguarón. Ahora va por más.

“Le gusta mucho hacerlo. Él no compite contra los demás, pero se pone sus propias metas. Busca superarse a sí mismo, a nadie más, y eso es lo importante. Ahora quiere cruzar el Río de la Plata”, le aseguró a Infobae Adelina Rivas, su madre, que aún no puede creer las ganas de superarse que tiene el menor de sus hijos.

“Recibí muchos mensajes de gente que tienen un familiar con discapacidad, diciendo que verlo les sirvió de motivación e inspiración. La gente suele creer que alguien con discapacidad no puede hacer determinadas cosas. Y en ese caso, Matías muestra que pese a tener Prader Willi puede hacer muchas cosas y que un diagnóstico no es concluyente”.

Camaño destaca que su historia, además, refleja “el amor de una familia con su hijo discapacitado, pero también va más allá. Porque en esta historia hay un vehículo que es el deporte bien aprendido y bien enseñado, que aumenta la autoestima y la capacidad de una persona compitiendo consigo misma. El deporte es la herramienta que él tiene y sabe cómo usarla”, concluye.

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