Tres historias inspiradoras en pandemia

Historias para contar Slider costado

Se trata de personas que residen en Tucumán, Misiones y Santiago del Estero.

Héctor René Barrionuevo es un tucumano de 28 años que recorrió 270 kilómetros en silla ruedas desde su provincia hasta Catamarca para rendirle honor a la Virgen del Valle, a la cual le rinde devoción. Las restricciones para entrar a la provincia no fueron un impedimento, y de igual manera emprendió el viaje para estar con la Virgen que le dio un atisbo de vida cuando los médicos no lo creían posible. “Desde hace 7 años, días antes del 8 de diciembre (Día de la Inmaculada Concepción), recorro 270 kilómetros empujando las ruedas con mis brazos; durante el trayecto no subo a ningún vehículo y me acompaña siempre mi familia. Desde que salgo de Tucumán hasta que llego a La Gruta de Virgen del Valle tardo 5 días parando en algunos lugares para descansar, comer e hidratarme”, comentó el joven René.

El ingreso a Catamarca le fue negado debido a la emergencia sanitaria, pero desde la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle se las ingeniaron para enviarle hasta los límites de la provincia a un cura con una imagen de la Virgen del Valle.

Trece residentes del hogar de adultos mayores Mamá Antula, en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, se contagiaron de coronavirus, atravesaron juntos la enfermedad y a los 14 días festejaron su recuperación bailando chacarera.

Fueron cuidados por enfermeros, médicos y miembros del Ejército en el Nodo Tecnológico de la provincia. “Empleados del hogar también estuvieron allí acompañando, y realmente la tarea que hace todo el personal de salud es de héroes, no solo porque trabajan recargados sino por todo el empeño, esfuerzo y amor que ponen”, compentó la directora del Hogar, Lucia Witte.

Cuando les dieron el alta “expresaron su alegría bailando, armaron carteles de agradecimiento y querían expresarse y verlos entrar a todos en el hogar fue algo maravilloso, que se recuperen fue una enorme alegría que no tiene comparación”.

En Misiones, la historia de Lucía Cabral, de 73, años provocó un sentimiento de “esperanza” en medio de la tristeza que trajo la pandemia. Había ingresado con un grave estado de salud en el hospital Ramón Madariaga de la ciudad de Posadas, el 2 de diciembre, donde esa misma noche fue declarada muerta por los médicos del nosocomio. Pero, cuando la estaban por trasladar a la morgue, Lucía empezó a mover débilmente sus extremidades, por lo que se constató que tenía signos vitales.

El jefe del área clínica de emergencia del Hospital Madariaga, Guillermo Vignau, había explicado a los medios locales que, como “No se registraron latidos después de un período largo de reanimación y con un electrocardiograma plano no se observan latidos, fue declarada muerta”, comentó el jefe del área clínica de emergencia del Hospital Madariaga, Guillermo Vignau. El caso está siendo investigado, pero lo cierto es que fue un milagro entre tanta tragedia. Este miércoles 23 de diciembre, Lucía cumplió 74 años junto a su familia.

Suscribite
Notificarme de
guest
0 Comentario
Ver todos los comentarios