El matrimonio se enteró de la dificultad de una mamá con su hija y le hizo el inesperado regalo. La menor, que vive con su familia en Misiones, tiene una discapacidad motriz que le impide moverse en forma normal.
Tania Montenegro tiene una hija con discapacidad motriz, que se llama Valentina, de 4 años. En medio de un día normal en su vida, un llamado desde un auto le modificó todo: “Nos cambiaron la vida”, contó. En horas del mediodía, Tania preparó a Valentina para llevarla en moto hasta el jardín, como lo hace habitualmente. Sin embargo, cuando llegaron a la escuela a la que asiste la pequeña en Misiones, la nena no quiso quedarse. Sin más vueltas, ambas decidieron volverse para su casa.
Mientras regresaban a la vivienda, la mujer escuchó el llamado de una chica desde un auto, quien le dijo si podía preguntarle algo. Tania accedió, aunque pensó que le iba a pedir una dirección. Hizo algunos metros más, y frenó su moto a la espera de la consulta.
En ese momento, un hombre bajó del vehículo y le dijo que le cambiaba el auto por la moto. Sorprendida por la propuesta, la mujer le dijo que no tenía plata para eso. No obstante, el muchacho le respondió que no le estaba pidiendo dinero, sino hacer un truque porque la había visto con su nena movilizarse de manera incómoda.
Sin entender mucho lo que pasaba, Tania le pasó su contacto y quedaron en hablar por teléfono horas más tarde. “Con mi marido no lo creíamos. Nos daba miedo porque lo único que teníamos era esa moto”, dijo.
Pocos días después, la pareja quedó en ir hasta el domicilio para arreglar el trato. Y así fue, ambos se dirigieron hasta la casa de la mujer para hacer la entrega del auto Toyota Corolla. Luego, fueron hasta la escribanía y les entregaron las llaves del rodado. “Mi hija está muy feliz”, aseguró la mujer, y comentó que ahora lleva a Valentina hasta el jardín en el vehículo.
El día a día de Tania era complicado
La mamá de Valentina explicó que la tarea diaria de llevar a su hija al colegio era bastante difícil, ya que la discapacidad motriz de la menor le impide moverse con normalidad.
Debido a esto, siempre llevaba a la pequeña hasta la escuela en una moto de su papá, aunque no era el transporte indicado. “Era pesada para andar con andador ortopédico”, explicó.
Asimismo, aclaró: “Era consciente de la irresponsabilidad de transportar a mi hija en una moto, pero también consciente del peso de mi bebé, del andador y sabiendo que la escuela queda a cinco cuadras”.
El agradecimiento de Tania a la pareja que le regaló el auto
En un posteo de Facebook, Tania le agradeció a la pareja que le regaló el vehículo: “Un auto, más allá de un bien material, es la comodidad de mi hija. Estas personas no me dieron simplemente un vehículo, me cambiaron la vida. Para mí no es un auto, es dejar de andar con mi bebé en colectivos llenos de gente, es dejar de cargar 25 kilos en mis brazos, es que mi hija no se moje, no pase frío y no pase calor cuando tenga que ir a los turnos en el hospital”.
“Le dieron a ella la posibilidad de ir a conocer lugares nuevos y poder ir cómodos sin miedo. Estas personas para mí son ángeles que los envió Dios para bendecirme. Mi corazón explota de felicidad y no me va a alcanzar la vida para agradecerles. Dios los va a bendecir siempre”, agregó.