El espacio se transformó en un “parque de diversiones” al que van todos los chicos del pueblo.
Roberto Curia quiso mimar a sus nietos y les construyó una montaña rusa en el patio de su casa. Ahora ese espacio se transformó en el “parque de diversiones” del pueblo y lo disfrutan todos los chicos de Chovet, provincia de Santa Fe.
El abuelo es ingeniero y empresario metalúrgico. También es dueño de una fábrica de caños y esto lo ayudó en la construcción de la montaña rusa que le llevó más de dos años.
Una montaña rusa al cielo llena de amor, aventura y emoción
La estructura tiene un recorrido de 140 metros y alcanza una altura de siete metros. El trayecto va acompañado de las risas de los chicos que disfrutan de la montaña rusa que Roberto les construyó. La obra la empezó hace dos años y medios cuando Catalina, su primera nieta, tenía apenas un año. Además de llenarla de besos, le construyó el trencito del dibujo animado de Peppa Pig, con el que todavía juega.
Hace unos años se sumó a la familia Santino, su segundo nieto. Entonces Roberto puso manos a la obra y contruyó la montaña rusa. Su idea era ver a sus nietos jugar en el patio de su casa, pero ese lugar reservado para pocos se transformó en la atracción del pueblo.
“Tengo un galpón enorme donde día a día construí la montaña rusa. Como Catalina se divirtió mucho con el trencito, decidí ir por algo más. Fue así que un día lo pensé y puse manos a la obra. Tardé tanto porque la hice en mis tiempos libres. Valió la pena porque mis nietos la disfrutan mucho y los chicos de Chovet también”, contó Roberto.