Salvó vidas en la Fórmula 1 y buscó la cura para el alzheimer: la vida de Jackie Stewart

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El británico fue tricampeón de la categoría y clave para mejorar la seguridad en los ’70. Hace 7 años, cuando a su esposa le diagnosticaron demencia, creó una fundación para hallar un tratamiento.

“Helen tuvo un día maravilloso en Silverstone el viernes, pero no recordaba haber estado allí el sábado”. Las palabras son de Jackie Stewart y Helen es su esposa. Y el motivo por el que ella no recordaba haber ido al Gran Premio de Gran Bretaña de la Fórmula 1 en 2019 es una demencia del lóbulo frontal detectada en 2014. Desde entonces, el tricampeón de la Fórmula 1 (1969, 1971 y 1973) empleó parte de su fortuna en la investigación del Alzheimer: una enfermedad de la que poco se sabe, no tiene tratamiento y afecta a 50 millones de personas en el mundo.

“Ahora me enfrento a uno de los mayores desafíos de mi vida y pondré todos mis esfuerzos en encontrar una cura para esta terrible enfermedad”, afirma Sir Jackie Stewart en la web Race Against Dementia, la fundación que creó luego de enterarse que su esposa desde hace 58 años padecía un mal que provocará la muerte de una de cada tres personas nacidas hoy de no encontrarse un tratamiento.

El Alzheimer de Helen, con quien Jackie tiene dos hijos -Paul y Mark- y 9 nietos, fue descubierto a raíz de un accidente. Un día de 2014, la esposa del tricampeón de la F1 manejaba su auto cerca de la casa de la familia en Chiltern Hills, Inglaterra, cuando el Smart terminó en un bosque que rodea la propiedad. Pensaron que la causa podía ser la rotura de un neumático o la repentina aparición de un ciervo en el camino. Sin embargo, la respuesta fue desgarradora: un diagnóstico de demencia frontotemporal (FTD).

La meta es global (“Encontraremos una solución para permitir que millones de personas vivan sin demencia”, dice Stewart) y por eso, además de aportar su dinero, la fundación se sostiene por donaciones que superaron ya aquella primera expectativa de reunir 2.5 millones de dólares.

Ese dinero permitió nombrar en 2019 a tres becarios, en asociación con Alzheimer’s Research UK, y otros dos se sumarán entre septiembre y octubre de 2021. Estos jóvenes científicos destacados podrán enfocarse en la investigación de la demencia y crear proyectos innovadores y ambiciosos con una financiación flexible y oportunidades de desarrollo. La búsqueda de Stewart es extrapolar lo que ocurre en la Fórmula 1 con el avance tecnológico al campo médico. 

Hace cinco décadas, Stewart se puso al frente de otra lucha y tuvo éxito: la seguridad de los pilotos en la F1. Propuso el uso obligatorio de cascos integrales, cinturones de seguridad y buzos ignífugos para los pilotos, además de requerir zonas de escape, barreras de protección y centros médicos en los circuitos, elementos que ahora forman parte de la normalidad y que salvaron -por ejemplo- la vida de Romain Grosjean el año pasado en el GP de Baréin.

“En ese entonces, el establishment no quería reconocer el problema o cambiar. En aquellos días, si había un incendio en un coche, no había extintores para apagarlo. Está bien, tenían extintores, pero para un pequeño asado, no para apagar un coche de Fórmula 1 lleno de combustible y en llamas. Esta batalla, sin embargo, es mucho más grande”, comparó el escocés en la Revista GQ en 2019.

“Entiendo que el cerebro es lo más complicado que existe, mucho más complejo que cualquier auto de Fórmula 1. Y se trata de comprender sólo una pequeña parte. Pero así como hacer que las carreras de autos fueran seguras fue mi mayor logro, ahora este es mi mayor desafío”, reafirmó.

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