POR DANIELA RE
Marisa Braylan es la directora del Centro de Estudios Sociales de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y en esta charla con Optimism en el marco del Día de la Diversidad Cultural nos cuenta sobre su historia dentro de la comunidad judía, su trabajo a favor de una vida más armoniosa.
-¿Querés contarnos cómo llegaste a ser parte de CES de la DAIA?
Ingresé en 1995 como investigadora part-time en el Centro de Estudios Sociales (CES) para ese momento se estaba haciendo una investigación muy importante, que se llamaba “Proyecto Testimonios”, sobre el impacto del nacismo en la Argentina.
Hoy dirijo sus acciones que tienen que ver con toda la producción académica y de contenidos de la DAIA. en el cumplimiento de su misión, el CES es quien organiza acciones y materiales a favor de la lucha contra el antisemitismo y contra todo tipo de discriminación.
– Para quienes no conocen la tarea del CES, ¿cómo trabajan a favor de la diversidad de género y con otros colectivos?
Hace más de 15 años venimos trabajando con colectivos vulnerables. El tema de género cobró centralidad en nuestra sociedad, con la cual también tomamos el guante, de alguna manera, de esa necesidad y construimos un protocolo de género, sobre violencia de género que ofrecimos a todas nuestras organizaciones adheridas, pero no sólo es ese documento el que produjimos, sino que también es una de las temáticas que trabajamos en las capacitaciones que ofrece el Centro de Estudios Sociales dentro y fuera de la comunidad a un montón de personas, dado que consideramos que es un tema de problemática transversal.
-¿Cuáles son las problemáticas que se ven día a día dentro de CES? ¿Y cuales son las acciones que realizan para superarlas?
Las problemáticas específicas tienen que ver con temas vinculados al problema del racismo, del bullying, de la exclusión.
Nos llegan denuncias, situaciones, muchas veces hacemos acciones en escuelas, en ámbitos educativos y en otros, en fuerzas de seguridad, en municipios, en empresas, a veces sólo para prevenir y generar espacios de reflexión sobre estas problemáticas; muchas veces tras una situación concreta de violencia que se haya presentado. Ofrecemos la posibilidad de un encuentro pedagógico, en donde entendemos que el diálogo y la posibilidad de informar disminuye altamente las posibilidades de la violencia.
-¿Qué aporta la DAIA en el marco del día de la Diversidad Cultural?
La DAIA hace un gran aporte a la diversidad cultural porque corriéndose de la centralidad absoluta del problema de la discriminación antisemita que es misión central, tiene la capacidad de conectarse con diecisiete colectivos vulnerables a la discriminación en cuanto a vinculaciones, en cuanto al contenido de las capacitaciones de publicaciones en donde claramente entiende que la gravedad de un hecho discriminatorio no está en quién es la víctima y sólo salto por los míos. Sino que el problema es el victimario y que cualquiera de nosotros puede estar ocupando cualquiera de esos dos lugares, con lo cual la diversidad es un ejercicio permanente, cotidiano, enseñable para que no haya indiferencia, que la indiferencia justamente es la que hace que la máquina de la discriminación avance y pueda llegar a límites terribles e insospechados.
– Sabemos que la lucha principal es contra toda expresión de antisemitismo presente en Argentina.
El Centro de Estudios Sociales hace ya veinticinco años elabora y publica informes anuales sobre antisemitismo en la Argentina que no tienen por fin solamente una descripción de los hechos.
En sí mismos son una herramienta de concientización, de publicación, de conocimiento, de información de alguna manera instruyendo, es una palabra un poco dura, pero para dar a conocer el diagnóstico de situación en nuestro país y cuáles son las posibles respuestas para dar frente a esta situación.
Entendiendo que el antisemitismo no es el único modo de discriminación de nuestra sociedad, ni diría tampoco que es el más grave, pero las herramientas son esas, el informe en sí mismo más todas las posibilidades de capacitación.
– ¿Dentro de la historia Argentina se puede ver el surgimiento de algunas herramientas para parar, de alguna manera, la descriminación dentro de la sociedad?
Yo creo fervientemente en la prevención, en la educación, en el diálogo, en la posibilidad de conocer al otro, de desmantelar sesgos, prejuicios, niveles de prejuicios tienen todas las sociedades, es muy importante romperlos a tiempo.
Sabemos que las tragedias descomunales de la historia del pueblo judío y de la historia de la humanidad en general, todas empezaron con prejuicio y con discriminación y de no poderlos parar terminaron en tragedias descomunales, campos de exterminio, matanzas sistemáticas. Estamos en esa prevención.
Creo que la herramienta principal aparte de la gestión política, y por supuesto la presencia de la ley, soy abogada y también puedo agregar este dato, todo eso junto genera conciencia y sensibilidad. La sensibilidad es clave para ponerse en el lugar del otro y en la medida de tomar esa conciencia, uno no le haría al otro lo que no quiere que le hagan a uno. Parece muy simple y muy cursi y muy básico, pero así es como funciona y se articula el racismo.
– Con respecto a lo que pasó recientemente, el conflicto en Medio Oriente, ¿qué tipo de impacto se puede ver que se produce dentro de la Argentina?
Con azoramiento absoluto respondo esta pregunta, después de los trágicos sucesos que están sucediendo allí en Israel, en esta suerte de pogrom salvaje y bárbaro que sufrió la población israelí en su propio territorio, dentro de sus propias casas, esto tiene un directo impacto en comentarios y actos antisemitas, siempre lo hemos marcado en todos nuestros informes, esta no va a ser la excepción, y mucho menos frente a la gravedad de los hechos.
Hemos recibido ya en el transcurso de estos días muchísimas denuncias, sobre todo aquellas que desde determinados sectores políticos se expresan a favor de Palestina y de cualquier cosa que haga contra la población israelí.
-Desde la experiencia ¿cuáles serían las acciones de discriminación más visible dentro de la sociedad?
El tipo de discriminación en la sociedad argentina tiene más que ver con la presencia de prejuicios, de sesgos, de generalizaciones, de suponer que determinadas identidades o pertenencias hacen a la esencia de esas personas y llevan de por sí, por solo pertenencia malas actitudes, malos procesos, malas compañías. Es desarticulable porque a odiar se aprende, ningún bebé nace odiando a nadie y las tramas culturales son las que instalan la exclusión y la violencia, con lo cual ese sería el grado que en Argentina por lo menos hoy por hoy en este minuto existe sobre discriminación. Creemos que es trabajable, sobre algunos temas hubo avances en los últimos años.
Nunca hay que relajarse y estar muy atento a que la democracia siga siendo cuidada y a no identificarse con líderes que utilicen a la democracia para desmantelarla.