La moda y la solidaridad están cada vez más relacionadas. Y en la última temporada, todo el protagonismo se lo lleva María Schutz, una empresaria argentina que en plena pandemia decidió armar una marca de ropa solidaria a la que bautizó como Mariah moda social. ¿La propuesta? Prendas realizadas en géneros de seda italiana (la mayoría túnicas y caftanes) con detalles de bordados y aplicación de piedras como sellos distintivos. La empresaria dona el 100% de lo recaudado con la venta de la colección a la fundación o ONG que cada cliente decida. La transferencia es directa y la prenda se va con su dueña o dueño, ya que también tiene modelos para hombres.
El trabajo solidario de Mariah moda social ya se concretó con varias acciones. Desde sus inicios, Mariah Moda Social se sumó a Mamis Solidarias, una asociación civil que trabaja por una infancia con más oportunidades en la zona sur del Gran Buenos Aires y en Misiones junto a comunidades guaraníes. En menos de un año de trabajo en conjunto y en plena cuarentena, lograron cumplir el sueño de Mía y sus 6 hermanos: tener agua potable y un baño. Mía y su familia vive en Esteban Echeverría y llegaron de la mano de otra ONG de la zona, Damos Más. Además, apadrinados por la marca de Schutz, recibieron sus regalos navideños de 2020.
Por otro lado, gracias a las ventas realizadas, el invierno pasado se logró abrigar a todos los alumnos de la Escuela Rural 705 del Paraje Mártires en la provincia de Corrientes; y la empresa se sumó a la Campaña #ApadrinandoSonrisas de la ONG, por la cual cada año se entrega un regalo a cada uno de sus 800 chicos.
Eso no es todo: sobre finales de 2020 Mariah Moda Social apadrinó la campaña #Navidemos de Mamis Solidarias por medio de la cual los 200 chicos de las comunidades guaraníes Ivoty Okará, Mainomby y Guaporaity, en Misiones, y los alumnos de las escuelas rurales 116 y 131 de Bonpland en esa provincia, recibieron sus regalos de Papá Noel.
Pese a que el 2020 estuvo marcado por la pandemia, el trabajo solidario no se detuvo. Mamis Solidarias logró tener su primer centro social en el Barrio El Tala (Ezeiza) y Mariah Moda Social ayudó con el equipamiento necesario para poder recibir a los chicos. “Con todo esto, queda demostrado que la moda no es una actividad disociada del compromiso social. La moda puede ser un puente más de solidaridad y nuestra marca cimentó su identidad en esa premisa“, concluye la empresaria y referente social.
