La historia del nadador que cruzó el lago Nahuel Huapi

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Las aguas tenían una temperatura de entre 14 y 15 grados. “Me dolía la nuca, las piernas y los dedos, pero había un objetivo”, dijo.

El experimentado nadador bonaerense Sergio Salomone cumplió el martes el inédito desafío de cruzar el lago Nahuel Huapi, ida y vuelta, sin aislamiento térmico, fundamental para contrarrestar la baja temperatura del agua. Sin traje de neoprene, con el fin de cumplir con su meta cruzó el espejo de agua de origen glacial que se encuentra en la zona cordillerana, entre las provincias de Río Negro y Neuquén, inició el Cruce Doble 16K después de las 7 de la mañana.

Inició el trayecto desde la costa barilochense y, en el regreso, dos nadadores de aguas abiertas, Lucas Rivet y Joaquina Dalmasso, de San Isidro (Buenos Aires) y Cañada de Gómez (Santa Fe), lo acompañaron utilizando trajes térmicos. “Creo que es la primera vez que se hace”, contó Salomone, poco después de completar la travesía, según consignó el diario barilochense El Cordillerano, en su sitio web.

“Era un ‘objetivazo’. Porque de allá para acá lo cruzamos diez veces y las últimas tres o cuatro, siempre lo tuve en la cabeza. Pensaba ¿podré volver? Para mi cabeza era imposible”, reconoció el experimentado deportista, que nadó desde la playa del Centro Cívico barilochense, en línea recta, hasta el arroyo Castilla, y luego volvió al punto de partida para completar un total de 16 kilómetros. Demoró cerca de seis horas (2h 55m de ida y cerca de 3h 05m de vuelta), en aguas que tenían una temperatura de entre 14 y 15 grados.

Cómo hizo un nadador para cruzar el Nahuel Huapi sin protección térmica

Al ser consultado sobre cómo hizo para soportar las bajas temperaturas del lago, Salomone explicó que la preparación no fue muy distinta a la que realiza cualquier otro nadador.

“Mentalmente, en el agua fría, tengo mi método, que no sé si para todos funciona igual. El cuerpo va sintiendo ciertas cosas, la hipotermia va bajando, te duelen la ingle, las puntas de los dedos, la nuca. A mí, todo eso me pasa también, pero trato de que el cerebro lo registre como algo más, no como algo grave”, indicó.

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