POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Ignacio Ocampo, de ahora en más Iti el Hermoso, es más que algunas cartas disparatadas reclamando por productos en mal estado. Con una historia dura de vida a cuestas, Iti es un enamorado del amor, y está convencido de crear “un ejército de trolls del amor”. Fanático de Harry Potter y de Racing, es además dueño de la Cooperativa Cultural Qi, actor, escritor, conductor, músico y docente de teatro. Con ustedes: Iti, el Hermoso.
-¿Querés contarnos un poco sobre Ignacio Ocampo, antes de meternos en la historia de Iti el hermoso?
Profesionalmente he actuado, soy escritor, conductor, trabajo con las redes sociales, músico y docente de teatro. Se podría decir que hago un poco de todo, me gusta mucho trabajar, y siempre estuve dispuesto a hacerlo. Desde lo personal tengo 6 hermanos, y mi casa y mi infancia fueron siempre complicadas. Mi papá está loco, y uno de mis hermanos tuvo problemas con la droga. Creo que todo eso me fue forjando para, a través del humor, encontrar un lugar de tranquilidad y reposo para los problemas cotidianos.
-Al principio redactabas quejas a empresas de servicios, ¿cómo viraste hasta pensar en crear “un ejército de trolls del amor”?
Justo estaba atravesando una situación a nivel pareja y emocional muy complicada, y toda esa energía romántica que tengo no la estaba pudiendo volcar en mis vínculos, y eso me llevó a escribirle cartas de amor a desconocidos. Comencé a preguntar en mis redes sociales quién nunca había recibido una carta, y les dije que se anotaran, que yo me comprometía a escribirles una carta de puño y letra. Se anotaron 300 personas en 10 minutos. Fue un gran sismo en mi vida esa separación, y el comienzo de un nuevo vínculo; sumale a eso que se anotaron 5000 personas en otra convocatoria, concluí en que es mucho trabajo, así que ahora estoy pensando cómo hacer para que se anote gente que quiera escribir esas cartas, así mucha gente puede recibir sus escritos más rápido.
-¿Qué sensaciones te genera hacer esto?
Sin dudas es una sensación extremadamente positiva, porque mucha gente cuando recibe una carta se emociona, los moviliza. También me genera un poco de presión de modo indirecto porque en algunos casos me piden ayuda, o consejos para escribir algo muy personal. En estos días recibí un mensaje de una chica cuya mamá tiene cáncer, le quiere escribir pero no sabe cómo encararla. Eso me emociona, pero también lo hago con mucha seriedad porque entiendo que es una situación muy importante para la otra persona.
-¿Recibís críticas, tenes haters?
La verdad que sí, ambas. A la gente le gusta mucho bardear, pero bueno… La idea de hacer cartas es un poco la respuesta a todo eso. Hoy la gente usa las palabras para bardear o atacarse en las redes sociales. Al principio conmigo eran muy crueles, se la agarraban con mi aspecto físico cuando estaba más gordito, me insultaban, la verdad que todo eso me hacía mal, y me deprimía. Aprendí con el paso del tiempo que no tiene que afectarme, la gente tiene mucho resentimiento, y utilizan las redes sociales para descargarse, así que me da más envión para hacer que prolifere el cariño.
-¿Nos dejás una frase final?
Si, y con mucho cariño les digo que no cuesta nada utilizar las palabras que usamos para dañar a la gente para repartir cariño, o dar un mimo.
