El “Fútbol caminando” es una disciplina que tiene más de diez años y comenzó en Inglaterra, pero como una adaptación del fútbol tradicional para que lo practicaran adultos mayores sedentarios o con limitaciones físicas.
Desde Fundación Alco, crearon Fucalco, una versión de este deporte pero para personas con sobrepeso, quienes muchas veces por su condición física se ven limitados a participar de esta disciplina que es tan apasionante para todos los argentinos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que más del 60 % de la población mundial tiene un nivel insuficiente de actividad física. En Argentina, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 54.9 % de la población tiene un nivel de actividad física “bajo”.
El objetivo de Fucalco es acercar nuevamente este deporte, fomentar la actividad física para combatir el sedentarismo y hacerlo accesible para todos.
Las ventajas del fútbol caminando es que tiene menos riesgo de generar lesiones. Además no se permite correr, ni saltar, ni los contactos fuertes, por lo que fomenta el juego limpio.
Los equipos son más pequeños, reducidos (de 5 jugadores y un arquero), facilitan la interacción y el control del juego.
Los equipos pueden ser mixtos (tres hombres y tres mujeres por equipo) o unisex.
Además los jugadores se dividen por categorías en función del peso corporal, la edad y la condición física.
Los partidos duran 5, 10 o 20 minutos según la categoría. En tanto que eel campo de juego es de 30 x 15 metros o de 20 x 10 metros, aproximadamente.
Cómo se juega:
Si es un campo de juego con cuadrantes, cada jugador patea desde su cuadrante, si la cancha no tiene estas distinciones, pueden trasladarse caminando.
El arquero puede tocar la pelota con las manos, dentro del área, poniéndola a rodar con la mano o con el pie por el piso hacia cualquiera de sus compañeros. Mientras que los tiros libres son directos al arco.
El saque lateral no existe, sino que cuando la pelota sale del terreno cualquier persona del público la puede devolver dentro del campo.
El penal se cobra a cualquier jugador que toque la pelota con la mano (a excepción del arquero).
Se considera falta si un jugador en vez de caminar corre o trota, o si un jugador no respeta su sector del cuadrante, si hace zancadillas o empuja al rival o si se interpone ante un jugador y la pelota de forma brusca.
Fucalco realizó un partido inaugural el sábado pasado en Parque General Paz, en la Ciudad de Buenos Aires.
FUENTE DIVERSIDAD
