Franco Gutiérrez trabaja de recolector de basura en finca Nación del Carmen, en la provincia de Jujuy. Hace diez años que posee esa labor. Al tener un corazón cargado de bondad, se dedicó a ayudar a los más necesitados de una forma excepcional. En su trabajo, cada vez que haya algunas zapatillas, zapatos u otro tipo de calzado que la gente tira, lo recoge para arreglarlo. Ya arreglado, lo destina a aquellos chicos en situación de calle.
Esta gran acción de Gutiérrez proviene de como lo ha tratado la vida en cuanto a vivencias y experiencias. A una corta edad, sus padres se separaron, con lo cual su familia se desarmó completamente y comenzó a vivir en las calles de Tucumán. Al quedar a cargo de su padre, quien era alcohólico, no era bien tratado y en las condiciones que un niño debe tener. Por suerte, unas trabajadoras sociales observaron que el ambiente donde vivía no era apto. Por ello, decidieron llevarlo a un hogar evangelista donde le enseñaron valores, respeto y demás características de una buena persona. Allí se hospedó hasta los 13 años. A esa edad viajó a Jujuy. Ya en la provincia, quedó a cargo de su abuela quien lo trataba de manera degradante, comentó Franco a los medios locales. Debido a las atrocidades que soportó en esa casa, decidió marcharse en búsqueda de algún trabajo. Durante un tiempo vivió en la vivienda de su hermano.
Ya con trabajo, con firme decisión de buscar su destino, juntó moneda por moneda para comprar su propio hogar. Con dinero en mano, le compró a un familiar una casa. Por desidia del destino, el vendedor lo estafó. Todo lo que había ahorrado durante largo tiempo se esfumó. Ese percance no lo detuvo, continuó trabajando duro, ahorrando día a día. Finalmente consiguió su propia casa, la cual construyó con mucho esfuerzo.
Una acción admirable
En el pasado tuvo realmente malas experiencias. Carencias de todo tipo lo abrumaron a lo largo de su vida. Dadas estas razones, él quería ayudar de cualquier manera posible para que nadie más pasara por las situaciones que él pasó. Cada vez que salía a trabajar se fijaba en todo aquello que las personas desechaban. Entre las cosas, siempre encontraba ropa y calzado en malas condiciones pero con posibilidades de ser restaurados. De esta manera, le preguntó a su suegra, una costurera de oficio, si podía ayudarlo a reparar los objetos para luego ser donados a quienes lo necesiten. La mujer inmediatamente accedió a efectuar las restauraciones pertinentes. Desde ese día comenzó a repartir todo el calzado y ropa, como nuevo gracias a su suegra, a los chicos con carencias.
Franco no quiere que nadie más pase por las situaciones que pasó. Tuvo hambre, frío, sufrimiento y una pobreza incalculable durante varios años, explicó a la prensa local. Para él es necesario dar aquello que los demás necesitan, con poco se puede ayudar mucho a la gente. Existen personas que tiran todo tipo de ropa en buenas condiciones que no usan y no piensan en el otro, en donar para ayudar. Debemos tener en cuenta al prójimo y no ser tan egoístas, ser empáticos ponerse en la piel de quienes sufren.
Hace más de 23 años que reside en Jujuy, posee una familia ejemplar quienes lo ayudan en su noble cruzada. Debido a la estafa que ha sufrido recientemente, está pasando por una mala situación económica. A pesar de esto tiene en planes abrir un merendero para los más chicos y brindarle un plato de comida diario. Para iniciar tan generoso proyecto Franco necesita toda la colaboración posible sin importar banderas políticas. Para poder ayudarlo a cumplir su sueño de un merendero pueden contactar a Franco Gutiérrez a su celular 3884565897. Sin duda alguna, un hombre a destacar que hace honor a la frase ¨quien menos tiene es el que más comparte¨.
FUENTE: SER ARGENTINO