La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. La misma fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, 72 años atrás -10 de diciembre de 1948- y elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales.
¿Qué son los derechos humanos? ¿Cómo nació la Declaración Universal? ¿Cuáles son específicamente los derechos? Son preguntas que se podrían dar asiduamente en nuestro interior y que en muchas ocasiones no conocemos las respuestas. Desde el año 539 a.C, cuando Ciro el Grande, un rey aqueménida de Persia y el fundador del Imperio aqueménida, anunció que todos los esclavos eran libres y le dio la libertad a la gente de elegir su propia religión, que los derechos humanos están presentes en la cotidianeidad. También aparecen la creación de la Carta Magna en Inglaterra (primer documento que reconoce los derechos de las personas), la Independencia de América en 1776 y la Revolución Francesa. Estos fueron grandes hitos en la historia de los derechos humanos, aunque muchas veces quedaban a un lado por el simple hecho del poder de las instituciones. Así, varios países se sumaron a estas acciones, pero luego de innumerable cantidad de guerras, conflictos y muertes en la historia de la humanidad, el mundo pidió un cambio fundamental, y en 1945 se formaron las Naciones Unidas, con el propósito de reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales. Los derechos humanos parten del concepto de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Bajo esta premisa, que busca evitar actos de barbarie, se adopta una Declaración Universal compuesta por 30 artículos que recogen los derechos universales de los que toda persona debiera disfrutar por el mero hecho de nacer.
“Tengo un sueño. Sueño que mis hijos vivan un día en un país donde no sean juzgados por el color de su piel”, declaró Martin Luther King, incansable activista que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del movimiento por los derechos civiles para los afroestadounidenses. El doctor Martin Luther King fue uno de los gigantes morales del siglo XX, que dedicó su vida a la causa de la igualdad, la justicia y el cambio social sin violencia. Décadas después de su muerte sigue inspirando a toda la gente del mundo que lucha por los derechos y la dignidad humana frente a la opresión, la discriminación y la injusticia. “En todo lo que hagamos, tenemos que asegurar la cicatrización de las heridas que se infligieron a todo nuestro pueblo a través de la gran línea divisoria impuesta a nuestra sociedad durante siglos de colonialismo y apartheid. Debemos garantizar que el color, la raza y el género sean solo un don dado por Dios a cada uno de nosotros y no una marca o un atributo indeleble que otorgue a algunos una condición especial”, dijo Nelson Mandela, el primer mandatario negro que encabezó el Poder Ejecutivo en Sudáfrica, y el primero en resultar elegido por sufragio universal en su país. Dos personalidades históricas y adelantadas para su época que no se cansaron de luchar por la libertad de las personas. Es que, al fin y al cabo, los Derechos Humanos son eso: vivir y dejar vivir. Darse cuenta que, la libertad de uno, finaliza cuando comienza la del otro. Y que todos debemos tener las condiciones necesarias y básicas para poder transcurrir nuestra vida: una casa, alimentación, agua potable y muchas cosas más. Hoy, 10 de diciembre de 2020, hemos avanzado, pero todavía queda camino por recorrer para que todos podamos vivir y disfrutar la vida de la misma manera, sin ser juzgados por nuestro color de piel, religión. etc. Y hoy es por toda esa gente que queda fuera y padece el sistema: ¡Feliz día de los Derechos Humanos!