Cuando toca hablar de los derechos de adolescentes y jóvenes adultos, pensar en abarcar todos los puntos es un arduo trabajo. Por eso sabemos que para cada arista hay un ente regulador que vela por el cumplimiento de esos derechos.
Ahora bien, ¿qué pasa con los derechos sexuales y reproductivos? A pesar de la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en Argentina, esto continúa siendo un tema tabú en muchos espacios donde la promoción de estos derechos, muchas veces, no está en carpeta.
Asociaciones civiles como Casa Fusa se dedica hace 8 años a difundir, promover y garantizar los derechos sexuales y reproductivos para estas personas, proveyendo de servicios integrales de salud con un equipo que contiene, acompaña y abarca desde la atención médica hasta la investigación y la incidencia política. Dirigida por la Dra. Sandra B. Vázquez, también se extendieron hasta cubrir otras áreas de interés en correlación con esto, desde la alimentación, herramientas psicológicas y consejerías, hasta capacitaciones.
Pudimos hablar con Camila Bazán, parte del staff de Casa FUSA y coordinadora del área de comunicación, quien nos acercó un poco más a los valores y actividades de la organización.
– ¿Cómo fue el surgimiento de Casa FUSA?
FUSA surgió en los pasillos del Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich (CABA), en 1990, donde un grupo de profesionales de la salud del Servicio de Adolescencia se propusieron trabajar por un servicio de salud integral y de calidad, donde se garantice el ejercicio pleno de los derechos de adolescentes y jóvenes. Si bien muchas de las actividades se desarrollaron en el Hospital donde surgió el proyecto, con el tiempo comenzaron a armarse equipos de salud integral del adolescente en otros centros médicos. En 2014, inauguramos Casa FUSA, nuestro primer Centro de Salud.
– ¿Cuántas personas lo integran y qué roles cumplen?
Casa FUSA cuenta con un equipo interdisciplinario de alrededor de 90 profesionales orientados a distintas áreas de trabajo que incluyen la atención integral de la salud (incluyendo al equipo médico, de administración y mantenimiento), investigación, actividades de capacitación y de promoción comunitaria, incidencia política y comunicación.
– Entre estas iniciativas que realizan, ¿cuáles son las que más destacas? Ya sea por la recepción que tuvo o el resultado que arrojó.
Una de las iniciativas que destacamos es #EsConESI, impulsada junto a Impacto Digital y con el apoyo de la Iniciativa Spotlight en ediciones anteriores y por el UNFPA Argentina y ONU Sida en la edición de este semestre. En esta campaña, buscamos potenciar proyectos ideados e implementados por jóvenes que propongan soluciones novedosas para distintas problemáticas vinculadas con los derechos sexuales y reproductivos (ITS, VIH, violencia de género, entre otras) a través de la Educación Sexual Integral. Desde las organizaciones, brindamos asesoramiento, fondos y acompañamiento en estos procesos.
Otro proyecto a destacar es DeSeAr con inclusión, que impulsamos en conjunto con la organización REDI, y con el apoyo del Fondo Fiduciario de Naciones Unidas para Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Este programa, orientado a mujeres y niñas con discapacidad, tiene como objetivos erradicar la discriminación hacia esta población, especialmente en el ámbito de la salud, y promover el ejercicio pleno de sus derechos sexuales y (no) reproductivos.
Uno de los mayores logros de DeSeAr con inclusión fue la media sanción en la Cámara de Diputados de la reforma de la Ley 26.130 de Contracepción Quirúrgica, que venimos promoviendo desde inicios del proyecto. Se trata de la modificación de los artículos 2 y 3, para evitar que las personas con discapacidad sean sometidas a esterilizaciones sin su consentimiento. Esta práctica es una vulneración a sus derechos humanos y esperamos que pronto obtenga la media sanción restante.
– ¿Cuáles son los territorios o espacios en los que realizan las iniciativas que proponen?
Desde FUSA realizamos talleres destinados a adolescentes y jóvenes, equipos educativos, familias y profesionales de la salud con el objetivo de brindar herramientas prácticas y sencillas sobre la prevención de la salud, promoción de los derechos y abordaje de las inequidades de género. Entre los espacios donde realizamos estas actividades se encuentran instituciones educativas, instituciones de salud, espacios públicos y Casa FUSA, nuestro centro.
A partir de la pandemia, comenzamos a trasladar muchos de estas propuestas de formación y capacitación a la virtualidad. En este contexto, lanzamos la web formacion.grupofusa.org, que nos permitió llegar a adolescentes, jóvenes, profesionales de la salud y de la educación de todo el país.
– ¿Cómo es la recepción de las personas según el lugar donde se desempeñen?
En general, las poblaciones con las que trabajamos encuentran en nuestras propuestas información que muchas veces falta en sus trayectorias escolares, académicas o laborales. Y por eso valoran la posibilidad de acceder a estos contenidos de forma gratuita (nuestros cursos y talleres no son arancelados). Por otro lado, el modelo de atención integral desde el que ofrecemos servicios de salud en Casa FUSA propone un abordaje global de la salud, empático y respetuoso de los derechos. Por eso, solemos recibir el reconocimiento de las personas usuarias luego de atenderse con nuestro equipo interdisciplinario de profesionales. Estos mensajes de agradecimiento, que muchas veces destacan los pilares en los que basamos nuestra atención (autonomía, confidencialidad, secreto médico y atención integral) nos motivan a seguir trabajando para garantizar el derecho a la salud desde una perspectiva integral.
– ¿De qué forma ven reflejada la labor de Casa FUSA en la sociedad?
Creemos que desde nuestro lugar, aportamos a que más adolescentes y jóvenes conozcan sus derechos y adquieran herramientas que les permitan alzar la voz y exigir que éstos se cumplan. Además, contribuimos a que las mujeres y otras identidades de género con capacidad de gestar puedan acceder información clara y accesible para tomar decisiones libres y autónomas sobre su salud sexual y reproductiva, y acceder a interrupciones legales y voluntarias del embarazo seguras y respetuosas, en un marco de contención y empatía en Casa FUSA, nuestro centro de salud. Por otro lado, trabajamos intensamente durante años, codo a codo con otras organizaciones de la sociedad civil y grupos activistas, para conseguir que el aborto sea ley en Argentina, un hito logrado en diciembre del 2020 con la sanción de la ley 27.610.