Belén Ameijenda, el sueño de ser la primera piloto argentina con discapacidad

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POR ALEXANDRA BARRETO

La pasión por el automovilismo comenzó desde su infancia, le gustaba ver los domingos el Turismo Carretera con su familia. Practicó otros deportes como la equitación y la natación, pero optó por declararse amante de los fierros. A sus 24 años se propone lograr su anhelo de competir en una categoría zonal de fórmula como es la 1100 Bonaerense, la cual recorre diversos autódromos de Buenos Aires. 

Belén Ameijenda padece de la discapacidad espina bífida (una malformación congénita que ocurre cuando la columna vertebral del bebé no se forma normalmente). Después de su nacimiento le dijeron a sus padres que no podría caminar: “En mi caso tenía que dejar secuelas que no tuve, por eso los médicos que me atendieron dicen que soy un libro aparte”

Aunque utiliza bastones para moverse, tiene toda la energía para lograr su sueño para lo cual está en búsqueda de sponsors que puedan apadrinarla.

Pero la historia de Belén no solamente para por su amor por los fierros, estudió periodismo deportivo y trabajó un año en radio Mexo Radial y FM Eclipse, además estudia sicología.

Una de las cosas que más le impactó y motivó en su vida fue cuando vio en el TC Mouras al piloto de autos y motos Juan María Nimo quien tuvo un accidente a los 18 años y sufrió parálisis en las extremidades inferiores, pero sigue en el automovilismo a pesar de no sentir las piernas. “Tiene una fuerza de voluntad parecida a la mía y eso me ayudó a reforzar mi deseo”, recalca. 

El año pasado habló con un amigo piloto que la apoyó en su decisión y le propuso ir a un taller donde había un auto de fórmula armado, eso le dio una pauta que podía intentarlo. “Por tener impedimento físico no considero que tengo que hacer doble esfuerzo, no lo siento así, las personas con discapacidad hay que tratarlas como cualquier otra”, afirma.

El 3 de diciembre del año pasado fue al TC Mouras para realizarse la revisión médica y tuvo el visto bueno para poder correr; luego fue al Autódromo Oscar y Juan Gálvez con los estudios obligatorios y le dieron la licencia para competir, aunque este mes se la entregarán oficialmente una vez que complete la prueba de escape. 

En cuanto a las adaptaciones del auto, Belén dice que aún no sabe cuáles tendrá que realizar, ya que no tiene el vehículo para competir, aunque eso lo analizará cuando pase la prueba de escape. “En mis autos de calle adapté la parte de aceleración y freno al volante pero seguramente tendré que usar una adaptación diferente”.

En su vida personal disfruta mucho de estar en familia y con sus amistades. Aclara que mientras a otros les atrapa ir a los boliches a divertirse, para ella su distracción va en otro sentido: “El estar en autódromos es como estar en mi casa y soy completamente feliz cuando escucho ruidos de los motores o el olor al caucho de las gomas”.

Todo el que quiera sumarse a cumplir el anhelo de Belén puede comunicarse a su Instagram @belu.honda o al Twitter @beluuameijenda.

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