Abremundos: el elenco que derriba barreras sobre el Síndrome de Down

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La actriz y directora mendocina Gabriela Garro lidera el primer grupo de actores y actrices con discapacidad de la provincia. Se originó en APANDO en 2018 y nació como una salida laboral para sus integrantes. Esta noche, los chicos estrenan su segundo espectáculo musical en el E.C. Julio Le Parc.

Gabriela Garro (actriz y directora mendocina) hace memoria, busca entre sus recuerdos. No hay un momento exacto que marque cuándo despertó su vocación por ayudar a personas con discapacidad. Es algo que siempre estuvo ahí, desde chica. “Empatía debe ser”, reconoce y agrega: “En mi infancia yo veía que alguien estaba solo o discriminado y hasta allá iba. Buscaba hacer sentir a esa persona que lo que la sociedad decía no era verdad”.

Desde hace tres años está al frente de Abremundos, el primer elenco teatral de jóvenes adultos con Síndrome de Down de Mendoza. La propuesta le llegó de sopetón. Fue Pamela Fornés, psicóloga que trabaja en APANDO (Asociación De Padres De Niños Down) y es hija de grandes referentes teatrales de la provincia, quien la convocó luego de ver su impecable trabajo en Marabunta (el reconocido grupo que lidera). “Ella me dijo: mi proyecto acá es teatral, por más que soy psicóloga, yo vengo de la cuna del teatro y apuesto a que el teatro pueda ser una salida laboral”, detalla.

Desde ese entonces, Garro se fijó una meta que, para muchos, podía ser utópica. “Mi objetivo era sacar un grupo con discapacidad para el público común. Las personas con discapacidad siempre actúan para personas con discapacidad y es raro que vaya gente a un evento de discapacidad si no tiene un pariente o un amigo para llevar. Nunca es público espontáneo”, señala.

Lo que ocurrió después habla por sí solo. En 2018, junto a ocho actores y actrices, de entre 23 y 39 años, montó su primer espectáculo, La llave perdida. Una obra de creación colectiva que tuvo su primera función en la Nave Cultural. Luego, apostaron al Teatro Independencia y la sala explotó de gente. El boca en boca ya había comenzado a circular y en cada espacio que se presentaban, pasaba lo mismo. “Teatro al que íbamos, los chicos la rompían”, expresa.

¿Y por qué se dio este fenómeno con Abremundos? Garro responde: “Porque yo me animé a romper paredes. No se hace eso con gente con discapacidad. Me dije ‘voy a incluir de verdad’. Y no la inclusión por inclusión como ese eufemismo que se hace en la Fiesta de la Vendimia que se los pone a los bailarines en un escenario aparte. Eso no es incluir, es esconder algo que no sabés cómo meterlo en tu mundo”.

En 2019, inquieta, inscribió al elenco en los planes de gira teatral que promueve el Instituto Nacional del Teatro. Así es como quedaron en “Teatro de Mendoza en Gira”, un ciclo que busca llevar obras y acercar las artes escénicas a cada rincón de la provincia. “Mandé el video y no dije ‘ojo, es un elenco con discapacidad’. El jurado vio el material y no tuvo ningún trato especial. No esperaban que se presentara una obra de jóvenes con Síndrome de Down con esta calidad, con este compromiso, tan divertida y dinámica”, manifiesta.

Sobre la posibilidad real de inserción laboral de los chicos en Mendoza, Garro cuenta: “Acabamos de viajar a Buenos Aires al Festival Internacional de Teatro y Discapacidad y nos pagaron un cachet. A mi a veces me llama la gente para distintos eventos y me dice ‘che Gabi, estaría lindo que el elenco venga’, cuando les digo que les armo un presupuesto me preguntan ‘ah, ¿cobran?’. Y si, cobramos. Somos un elenco y tenemos un cachet. Hay que pararse y hacerse valer. Siempre está mirada la discapacidad como algo subsidiado, con eventos gratuitos y no. La gente tiene que ir y pagar una entrada como con cualquier actor. Ellos cobran”.

Si hay algo de lo que está convencida es de la profesionalización del grupo y por ello, los entrena como a cualquier otro elenco: ensayan tres veces por semana, cuatro horas en cada encuentro. “Los re canso, necesito que tengan un buen estado físico porque las obras duran cerca de 50 minutos. No hay nada que les venga mal o los ponga de mal humor. Cada vez que les digo de hacer algo es toda una fiesta”, indica y suma: “Tienen más pila y por decirlo de alguna manera, más dedicación que otros actores que tienen mil cosas que hacer. Están abocados plenamente a esto y para ellos, ir al taller es todo en su vida”.

Esta noche, Abremundos nuevamente subirá a las tablas y lo hará con un estreno: En blanco y negro, un paseo de película. Es una obra musical que cuenta la historia de un coleccionista de películas que, si bien tiene una gran variedad de cintas, algo le falta: con quien verlas. Casi por casualidad, se encuentra con un grupo de chicos a los que invita a su hogar para vivir una divertida aventura. A cada uno le da la posibilidad de elegir un film y ese el puntapié para el despliegue de ostentosas coreografías, llamativo vestuario y mucho glamour.

Apunto a que el público se cope y se anime a ir a ver una obra con chicos con Síndrome de Down súper talentosos”, admite Garro y antes de despedirse, cierra: “Tienen todo, son únicos. Caminan, bailan, llevan un ritmo, la rompen, son sensuales, son sexis, hay beso… yo rompo todo. Los padres se quedan con la boca abierta. Si me la juego, me la juego toda. No escondo o muestro a medias”.

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