POR ALEXANDRA BARRETO
Nacida en Krem, Hungría, empezó su carrera deportiva en 1987 cuando uno de sus hijos le dijo que se había anotado en el Tiro Federal de Buenos Aires y la motivó para que también se inscribiera en un curso para mujeres.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, sus padres, Laszlo Szabo de Dobos y Ana María Tachler, y sus hermanas, Aniko y Ana María, consiguieron en 1948, a través de la Cruz Roja Internacional, embarcar para Buenos Aires un 31 de diciembre.
El tiro deportivo no llegó a su vida por casualidad, el conocer de armas la ayudó en el desempeño de su trabajo en el Juzgado Penal de Menores de San Martín, donde desarrolló tareas administrativas. Llegaban armas utilizadas por los detenidos y era común controlar cajas de armamentos en presencia de un policía especializado.
“No hay que temer a las armas, hay que tenerles respeto, manipularlas con cuidado; la confianza y el descuido atentan contra la seguridad”, subraya.
Desafió a la época en la cual no era usual que mujeres formaran parte del mundo de hombres. “Es un deporte muy individualista”, sostiene quien además es jueza internacional y tiene la potestad de arbitrar en el exterior. A raíz de esta tarea ha viajado a Bolivia, Chile, Estados Unidos, entre otros países. Junto a 35 mujeres pudo capacitarse durante 4 meses y al finalizar el profesor dispuso realizar un concurso de tiro entre las alumnas y obtuvo el segundo lugar. Lo que para una gran mayoría podría generar miedo y ansiedad, para ella era una disciplina de concentración, paz y tranquilidad. “Creí que había finalizado el aprendizaje, pero el docente nos hizo ver la verdadera importancia de continuar, seguí un segundo y luego un tercer curso”.
El instruirse le dio la posibilidad de diferenciar armas, “lo que es una pistola y un revólver; armas cortas y largas, la balística, los campeones de tiro, entre otras cosas”. Actualmente, cuenta, hay equipo de mujeres juveniles a nivel internacional de arma corta desde los 7 años con un instructor al lado, en posición de pie a partir de los 10. Hay chicas que compiten a nivel internacional desde los 13 años.
Posteriormente se anotó en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales para retomar la carrera que había abandonado por dedicarse a ser madre y ama de casa.
Paralelamente, su pasión por las armas seguía creciendo. En 1988 se presentó al Concurso Nacional de Tiro y obtuvo el cuarto puesto. Al año siguiente, salió doble campeona en las dos armas con que tiraba, pistola de aire y pistola calibre 22. En 1990 viajó a Perú donde se hicieron los Juegos Deportivos Sudamericanos, y obtuvo medalla de oro. En 1992 fue subcampeona sudamericana y en 1994, campeona en dos especialidades.
También, como integrante del equipo nacional de tiro deportivo, desde 1987 a 1998 participó en esa disciplina en la Copa del Mundo de Río de Janeiro (Brasil), Atlanta (Estados Unidos), en los Torneos Regionales Sudamericanos de Perú, Bolivia, Chile, Brasil y Argentina, en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata (1995) y en la Copa América (1997). En 1993 ocupó la Vicepresidencia de la Federación Argentina de Tiro, cargo al que volvió en 1997. De 1994 a 1998 y de 2002 a 2004 fue directora de la Escuela de Tiro Deportivo en el Tiro Federal Argentino.
En 2005 estuvo en los World Master Games en Edmonton Canadá; participaron 21.800 atletas de 89 países en 27 disciplinas deportivas distribuidas entre hombres y mujeres por edades. Siete argentinos formaron el equipo de tiro deportivo y obtuvieron cinco medallas de oro, tres de plata y una de bronce. En su categoría (50 a 59 años), Szabó ganó la medalla de oro para la Argentina en la especialidad de pistola de aire a 10 metros.
Otra de las facetas de esta gran asedora es su relación con sus compatriotas. Estuvo 12 años al frente de la Federación de Húngaros. “Tenemos la Asociación Católica Húngara es una casa parroquial que tiene una pequeña iglesia y se hacen eventos culturales, scouts y biblioteca húngara”.
Argentina es uno de los países fundadores de la Federación Internacional de Tiro Deportivo, nos cuenta, “somos una potencia en América Latina”. Y aunque no pueda practicar por una fractura en la muñeca, “dar clases sigue haciéndome sentir lo mismo como el primer día”.
