Recordar el Genocidio Armenio es una decisión ética y moral

Reflexiones Slider

Día por la Tolerancia y el Respeto entre los pueblos en Conmemoración del Genocidio Armenio.

Tras la hecatombe que significa el Genocidio Armenio, la Argentina albergó a una de las comunidades armenias más numerosa. Miles de refugiados hambrientos, sin idioma, huérfanos y desposeídos llegaron a nuestro país y aportaron su cultura a nuestra identidad.

La consistente lucha de la comunidad armenia por la memoria y la verdad fue lo que posibilitó que Argentina aprobara en el año 2007 la Ley Nº 26.199 la cual reconoce el Genocidio Armenio, y que la Ciudad de Buenos Aires continuara ese mismo camino al año siguiente con la Ley Nº 2.675.

Sin embargo, a 107 años de haberse iniciado el plan sistemático del Imperio Otomano para eliminar a la población armenia, nos encontramos con una cruel realidad: no todos los estados del mundo hacen propio este reconocimiento, y eso reaviva el sentimiento de impunidad que se representa en el negacionismo que hiere y mata nuevamente a las víctimas.

Como dicen los historiadores Laura Kitzis y Enrique Herszkowich: “La memoria no pregunta, sino que responde. No cuestiona, sino que explica. No interroga qué del pasado tiene el presente, sino que sólo evoca ritualmente un pasado inmóvil”. El desafío es, entonces, no dejar inmóvil ese pasado, ya que inmovilizarlo es silenciarlo.

Recordar hoy el Genocidio Armenio es una decisión ética y moral que se debe asumir. Por eso, en este nuevo aniversario, junto a las expresiones de solidaridad, fomentar la educación, la difusión, la interrogación y la concientización es lo que corresponde exigirnos y debemos buscar que en todos los rincones del mundo se hable como corresponde, con propiedad y reconocimiento: se trata del Genocidio Armenio.


Por Claudio Avruj
Director de Optimism

Suscribite
Notificarme de
guest
0 Comentario
Ver todos los comentarios