Una empresa tecnológica de Gualeguaychú, Argentina, instalará este verano en la base antártica del país un prototipo de un nuevo -y muy simpático- robot argentino que funciona como un vehículo autónomo.
Se diseñó para ayudar a los investigadores a coordinar sus tareas logísticas y científicas y navegar con seguridad por el vasto continente blanco.
¿Qué cosas puede hacer Skúa, el robot antártico?
El vehículo terrestre no tripulado fue llamado Skúa en honor al ave antártica. Su bautismo honra los ejemplares de la especie, hábil y multifacética, con su sistema electrónico igual de hábil y e igual de multifacético.
El robot argentino está equipado con sensores para:
- Detectar agujeros de nieve.
- Rastrear rutas seguras.
- Analizar condiciones meteorológicas.
Además, se encuentra alineado con datos científicos y equipado con inteligencia artificial que le permite realizar de forma autónoma tareas como el estudio de poblaciones de pingüinos, por ejemplo.
¿Cómo es el robot argentino Skúa?
El prototipo de Skúa tuvo las siguientes características:
- 1,40 metros de largo.
- 70 centímetros de ancho.
- 1,40 metros de alto.
- 300 kilogramos en peso.
Las lecciones aprendidas en las pruebas con el prototipo llevaron al desarrollo del Skúa II, que va a debutar en la Antártida en 2024 y será significativamente más grande que su predecesor, con 2,10 metros de largo, 1 metro de ancho, 1,70 metros de alto y un peso de casi 600 kilogramos.
Las ventajas de este segundo robot son que:
- Tiene una autonomía mayor.
- Amplió su autonomía eléctrica a 8 horas.
- Contará con una plataforma sobre la que será más fácil colocar las cargas.
- Va a tener ganchos para poder ser accionado desde una base.
Proyecto argentino, robot argentino
Sebastián Mirich, titular de American Robotics, dijo que el Comando Conjunto Antártico se contactó con ellos dos años atrás justamente en busca de un vehículo no tripulado.
Querían un robot argentino que pudiera acompañar a las expediciones y detectar baches o grietas, porque estas “pueden tener más de cien metros de profundidad -cuenta Sebastián- y ser cubiertas por una nevada, lo que expone al personal a caer en cualquiera de ellas con sus vehículos, como lamentablemente ya ha sucedido”.
Los creadores de Skúa cuentan que el proyecto se hizo posible porque la plataforma que usan es totalmente autóctona de principio a fin; lleva el sello argentino. Solo el motor y los sensores son importados.
La idea es que el robot sea desplegado en la Antártida durante febrero del próximo año. Las pruebas se van a llevar a cabo cerca de las bases Marambio, Esperanza y Orcadas.