BBVA ha informado que llevó a cabo más de 16.000 actividades de voluntariado, y apoyó financieramente a más de 1.300 fundaciones y entidades sin ánimo de lucro en todo el mundo, en los peores meses de la pandemia.
La entidad ha explicado que los casi 10.000 empleados que participaron en estas actividades destinaron más de 73.000 horas de su tiempo y aportaron sus propios fondos a distintas iniciativas solidarias. Entre ellas, la respuesta social de BBVA ante la COVID-19 a la que destinaron 1.8 millones de euros.
BBVA realizó, en 2020, 1.397 donaciones y aportaciones a ONG, fundaciones, asociaciones y entidades sin ánimo de lucro, que trabajan en los ámbitos de actuación social prioritarios para BBVA: la educación financiera, el emprendimiento y la educación, conocimiento y cultura. Del total de los 142 millones de euros que BBVA dedicó a la inversión en la comunidad en 2020, casi 37 millones fueron destinados a estas organizaciones, cuya labor es fundamental en cada una de las geografías en las que BBVA opera.
Por su parte, los empleados de BBVA contribuyeron con sus propios fondos en varias causas solidarias. Por ejemplo, su respuesta ante la crisis provocada por la COVID-19 se tradujo en 1,8 millones de euros recaudados para apoyar la respuesta social de BBVA ante la COVID-19.
Durante el año de la pandemia global, los empleados de BBVA demostraron, una vez más, su solidaridad y destinaron una parte de su tiempo en ayudar a los demás.
En total, 9.734 voluntarios de la entidad junto a 1.210 familiares y amigos, invirtieron 73.991 horas de voluntariado, tanto dentro como fuera de su horario laboral. Entre todos, colaboraron en 16.223 iniciativas solidarias que beneficiaron directamente a 24.454 personas.
Las iniciativas de los empleados de BBVA se enfocaron en acciones relacionadas con acción social (recogida, preparación y entrega de alimentos, ropa…), acompañamiento de personas mayores, difusión de la educación financiera, formación digital (ciberseguridad y competencias digitales, entre otras), ‘mentoring’ de jóvenes, refuerzo educativo, ‘mentoring’ estratégico para emprendedores, apoyo psicológico (cartas de ánimo a enfermos, dibujos…) e iniciativas de sostenibilidad (reforestación y formación). Muchas de estas actividades se realizaron principalmente en formato digital para evitar riesgos sanitarios.
