Jonathan, Jeremy, Matthew y Jason convirtieron su emprendimiento en furor mundial. Sólo a Inglaterra venden 45 mil por año. “Hoy no podemos estar ni un día sin tomar mate”, dicen.
“Más allá de que somos cuatro argentinos con nombres cero criollos, exportamos un producto bien tradicional de la cultura argentina”, cuentan en diálogo con Clarín Jonathan, Jeremy, Matthew y Jason Kraayenbrink, hermanos de San Isidro. Cuentan cómo la idea que tuvieron a muy temprana edad los consolidó como emprendedores y difusores de la mayor costumbre nacional: el mate.
Cuando Jeremy y Jonathan terminaron sus estudios se plantearon la siguiente incógnita: “¿Qué productos argentinos podemos vender afuera como para que tengamos una empresa propia y se mantenga la familia unida a través del trabajo?”. Probaron con carteras de cuero, empanadas congeladas y dulce de leche, pero no resultó como esperaban.
Un año después, un cliente de Polonia les pidió accesorios para el mate y desde ese momento el rumbo de su negocio se terminó de definir. “Nos llamó la atención su pedido, le preguntamos si era para decoración o consumo y nos dijo que hay un mercado muy chico de polacos que toman mate”, comenta Jeremy.
Decidieron enfocarse un par de meses en este rubro del mercado y ver cómo resultaba. “Vimos que había un negocio muy interesante afuera porque no sólo es el mercado nostálgico que nos compra accesorios, sino que había una tendencia al consumo de productos naturales. Así que vimos esa veta y la fuimos desarrollando”. En ese momento, nació el emprendimiento de Un Mate Argentina.
Como aprendizaje del emprendimiento, los cuatro hermanos coinciden en lo mismo: “Hay que trazar tu propio camino”. Jason suma: “Nos gusta usar las redes sociales como vehículo para fomentar y motivar a otra gente a que se anime. Nosotros logramos vender mates en más de 60 países en los cinco continentes. Un producto tan tradicional, con más de 200 años de historia, en el que ya estaba todo hecho, pero no. Hay que usar los aprendizajes no como obstáculos sino como enseñanzas”.
