Micaela Camino tiene 39 años y consiguió ser una de las líderes conservacionistas en este 2022 por su “Proyecto Quimilero”, según una fundación británica.
Este jueves la investigadora argentina Micaela Camino recibió el prestigioso “Oscar Verde” en Reino Unido por su trabajo para salvaguardar el bosque del Chaco seco en la Argentina. “Este premio es una locura, es un reconocimiento internacional re competitivo y estoy muy feliz”, expresó.
La distinción la otorga la fundación británica Whitley Fund For Nature (WFN) cada año a varios conservacionistas que consideran “pioneros en soluciones a la crisis de biodiversidad” en Asia, África y América Latina. El “Oscar Verde” es uno de los premios de conservación más destacados a nivel internacional que otorga al ganador 40.000 libras (cerca de 50 mil dólares).
La investigadora del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal) del Conicet-Universidad Nacional de Nordeste presentó un proyecto sobre el pecarí quimilero, una especie que solo existe en los bosques del Chaco seco. Cansada, pero muy emocionada por el momento que vive, Camino contó: “La verdad es que yo suelo ser muy fría con esas cosas. Suelo decir que ‘esto es lo que yo hago, no lo que yo soy’ porque tengo una vida con cosas muy diferentes, pero estoy muy feliz. Son muy atentos, conocen lo que hago. Estoy compartiendo el premio con otras personas que hacen cosas increíbles. Tenemos jornadas de trabajo que son hermosas porque aprendo cosas sobre otros lugares”.
En ese sentido, sostuvo: ”Me doy cuenta de que aún con culturas tan distintas todos vivimos los mismos problemas. Es un momento muy rico de aprendizaje”.
Cómo surgió el “Proyecto Quimilero”
Micaela tiene 39 años. Nació y se crió en Buenos Aires, aunque hace más de diez años que se enamoró del Chaco. “Llegué a la zona trabajando como voluntaria para otros proyectos y me gustó muchísimo. Me sentí muy atraída porque es un bosque muy grande, de hecho es el bosque subtropical más grande del mundo”, detalló y agregó que le fascinaron las culturas y las especies que vio en la zona.
La inmensidad la impactó. Había estudiando Biología, pero decidió hacer su doctorado de la UBA allí. “Me atrajo que sabíamos muy poco del Chaco, bah, todavía sabemos poco. Me gustan los desafíos, soy muy curiosa y me gusta aprender de los lugares. Por eso me quedé y me puse a estudiar qué especies estaban en la zona”, detalló.
De a poco, comenzó a profundizar su conocimiento haciendo entrevistas, trabajando en conjunto con los pobladores locales. Realizó “monitoreos de fauna participativos” y hasta puso cámaras para los controles.
Respecto a cómo surgió el proyecto, señaló: “Vimos que el pecarí quimilero estaba presente, pero lamentablemente vimos que está muy amenazado por la deforestación porque así pierde su hábitat. Estimamos -viendo solo su hábitat- nos quedan 30 años para salvar a esta especie”.
Por eso “Proyecto Quimilero” -que presentó junto a Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf)- intenta concientizar acerca de esta especie que está en un grave peligro de extinción.
“Nuestro objetivo es lograr conservar al quimilero y su hábitat a largo plazo, trabajando con las comunidades locales que saben muchísimo. La idea es poder tener todos los derechos garantizados, vivir bien y desarrollarlos, pero al mismo tiempo conservar nuestros bosques. Eso bajo ningún punto tiene que significar no tocarlos, sino encontrar la manera de poder llegar a una convivencia sana con la naturaleza”, remarcó y afirmó: “Creo que la pandemia y el cambio climático nos están demostrando que la vida tiene que ser diferente”.