El programa llamado “Mi identidad vocal” fue financiado por el Ministerio de Ciencia, y tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de quienes por alguna circunstancia perdieron el habla.
Un equipo interdisciplinario de la Universidad Tecnológica Nacional de La Plata desarrolló un software con inteligencia artificial que permite a las personas recuperar su voz natural a través de una computadora.
El programa, llamado “Mi identidad vocal” y financiado por el Ministerio de Ciencia bajo la dirección de Daniel Filmus, forma parte del Programa ImpaCT.Ar, cuyo objetivo es mejorar la accesibilidad universal y la calidad de vida de aquellos que han perdido su capacidad de hablar debido a diferentes patologías.
La iniciativa fue presentada por Jorge Rivas, político socialista de 61 años que quedó cuadripléjico y sin voz después de un asalto en 2007. Actualmente, Rivas se comunica mediante una computadora con un software que sigue sus movimientos oculares y permite que escriba a través de una voz sintetizada.
A diferencia de otros softwares que suenan robóticos y no representan la identidad vocal de la persona, este proyecto busca recuperar la voz original a partir de grabaciones antiguas, como tapes de archivo, videos familiares y audios. El equipo de trabajo está compuesto por profesionales en sistemas, fonoaudiología, ingeniería electrónica y sonido, informática y más.
El proceso incluye el procesamiento de muestras de voz previas al trastorno y la fragmentación de esas muestras en unidades para construir un Data Set con las palabras y frases utilizadas por la persona.
La propuesta tecnológica pública, que no tiene precedentes en Argentina, será útil para quienes sufrieron Traumatismo Cráneo Encefálico (TEC), enfermedades neurodegenerativas, como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Accidentes Cerebro Vasculares (ACV), tumores laríngeos, Parkinson, Esclerosis Múltiple y otras patologías que afectan el aparato orofonador.
En declaraciones formuladas a Télam, la licenciada en Análisis de Sistemas y en Fonoaudiología, y directora del proyecto, Andrea Cortizo, explicó que “la idea de desarrollar ese sistema surgió durante la pandemia porque queríamos que Jorge recuperara su voz natural” y apuntó que recién se pudo empezar a trabajar este año, recurriendo a la IA.
Sostuvo que en la actualidad se encuentran “en la mitad del proceso”, en el que junto a ingenieros electrónicos y en sonido, informáticos y fonoaudiólogos, lograron “una voz masculina neutra que habla en español rioplatense a partir de un texto escrito”.
En la primera etapa del proyecto se crearán tres voces sintéticas con entonación y modismos propios del habla argentina. La segunda etapa consistirá en incorporar la voz natural del beneficiario directo en el software desarrollado.
“La diferencia que tiene con otros programas de este tipo es que desde el inicio este sistema se plantea, primero como un producto argentino y luego para que la población que lo necesite de Argentina lo utilice. Los otros programas que se conocen, son de pago en moneda extranjera, existen Data Sets en otras lenguas”, dijo Cortizo y subrayó que “claramente, este es un buen ejemplo de que la IA puede tener fines positivos”.
Sucede que gran parte de las personas que sufren la pérdida de su voz, no acceden a ningún desarrollo tecnológico para satisfacer esa necesidad.
Por su parte, en la presentación del software, que se realizó en el Centro Cultural de las Ciencias, Rivas afirmó que “el programa será de acceso universal, es decir, que podrá acceder a él quien lo necesite y no quien pueda pagarlo” y celebró “lo importante que es para una persona poder disponer de la tecnología para mejorar su calidad de vida”.
“La voz también es un derecho, que se valora sobre todo cuando se lo pierde. No tener voz limita gravemente nuestra posibilidad de comunicarnos, nos deja afuera, dependemos de que alguien lea lo que podemos escribir o que entienda nuestras señas”, reflexionó.
Así, puso de relieve la importancia de “devolvernos la identidad de nuestra propia voz es derribar nuevas barreras para lograr una inclusión más plena” y destacó la necesidad de “universalizar el acceso a estos derechos a todas las personas sin voz ya que hoy somos minoría los que podemos acceder”.
FUENTE DIVERSIDAD
