Justo frente a la costa de la ciudad de Warrnambool, la isla Middle de Australia es el hogar de unos residentes muy pequeños, en el centro de un gran logro
La isla es el único lugar de Australia donde se puede encontrar el pequeño pingüino, que como el mismo indica, es el más pequeño del mundo, con sólo 35 centímetros de altura.
A partir de 1991, la sedimentación y las mareas crearon una pequeña ventana durante el año en la que una calzada permitía el acceso a Middle Island desde el continente, que los zorros no tardaron en descubrir y utilizar para devastar esta población de aves que anidan en tierra.
Aparece un héroe poco probable. Un criador de pollos llamado Swampy Marsh no tenía experiencia profesional en conservación, pero lo que sí sabía, tras muchos años de criar pollos, era cómo derrotar a los zorros.
Marsh criaba hasta 5.000 pollos en libertad y utilizaba perros Maremma como guardianes. Estos grandes perros blancos, conocidos oficialmente como Pastori Maremma-Abruzzesi por su origen italiano de la región costera de Maremma, eran excelentes protectores del rebaño de Marsh, y éste pensó que, puesto que los pequeños pingüinos son igual de indefensos ante los zorros, el mismo sistema de protección funcionaría.
Y así fue; aunque oficialmente no se permitían perros en Middle Island, la gravedad de la situación de los pequeños pingüinos convenció al ayuntamiento de Warrnambool para darle una oportunidad. Marsh llegó entonces con su perro Oddball y se puso manos a la obra.about:blank
Su éxito fue inmediato y sostenido. Cambió totalmente el patrón de entrada de zorros en la isla y pronto se profesionalizó el papel de Oddball, creando el Proyecto Middle Island para la cría de estos perros de Maremma destinados a la protección de Middle Island.
Durante 2006 y 2017, las dos primeras perras Mamemma, Eudy y Tula, se aseguraron de que no se produjera ni un solo ataque de zorros, y los pingüinos de la isla crecieron hasta alcanzar las 180 aves.
En realidad, los perros no atacan a los zorros, sino que se quedan en la isla por parejas. Si huelen un zorro a lo lejos, sus ladridos profundos y graves bastan para ahuyentar a los depredadores. Los conservacionistas se aseguran de que los perros puedan tomarse unos días de descanso y tengan todo lo que necesitan para hacer su trabajo: comida, agua, sombra y compañía