Lautaro tiene 12 años y se tomó la línea equivocada. En su camino se cruzaron Ariel, Lucas y Juan, tres héroes que lo cuidaron, acompañaron y esperaron hasta que entre al colegio.
Tres colectiveros se convirtieron en los ángeles guardianes de Lautaro, un nene de 12 años que se perdió cuando iba a la escuela. El chico se tomó la línea equivocada, por lo que Ariel, Lucas y Juan armaron una cadena solidaria para que llegue a destino sano y salvo. Los tres trabajan en la Línea 634 – Empresa 216 de Morón. Ariel Martínez maneja el interno 246 y cuando estaba terminando el recorrido recibió el llamado de su compañero Lucas González que le contó que arriba de la unidad había un chico perdido.
El menor iba rumbo a la Escuela Número 80 y tenía que tomar el ramal Belgrano, pero se confundió y subió al vehículo que se trasladaba hacia el lado contrario. “Mi compañero Lucas que iba en el interno 286, me ubicó y me dijo que un nene se le acercó para decirle que estaba perdido. Que tenía que ir a la escuela, pero que ese no era el camino. Como yo iba para la terminal Merlo Gómez, que queda cerca del colegio, lo subí y lo llevé”, detalló Ariel.
Además, el chofer contó que durante el viaje, el nene le dijo que estaba preocupado porque iba a llegar tarde y le iban a poner media falta. “Yo le dije que se quedara tranquilo, que lo íbamos a ayudar para que llegara bien a la escuela”.
Una vez que llegaron a la estación cabecera, Ariel le relató a sus compañeros la situación y muchos se ofrecieron a ayudarlo. Uno puso a disposición su auto particular, pero resolvieron que Juan Falcón -que está al frente del interno 242- fuera el encargado de llevarlo a destino. Lo subió al ómnibus y no se quedó tranquilo hasta que el nene entró al colegio. Por WhatsApp le avisó a sus compañero que Lautaro había llegado sano y salvo, y que la odisea había llegado a su fin.
Sin embargo, a esta historia le queda un capítulo más porque Ariel se cruzó con otro compañero que llevaba a Lautaro hacia su casa tras la salida de la escuela. “Mirá a quién tengo acá, le dijo de ventanilla a ventanilla”, ironizó. Y ahí se encontraba el nene sonriente agradeciéndoles todo lo que hicieron para cuidarlo.