Tiene 21 años y creó una red de 100 voluntarios que reparten viandas en el Conurbano

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Agustín Torres Justet es cofundador de Dar-Te, una iniciativa solidaria que nació en la pandemia y brinda platos de comida y contención a quienes más lo necesitan.

Desde que era un adolescente, Agustín Torres Justet se involucró en actividades que fomentan la inclusión social. En 2016, tuvo la oportunidad de ir a misionar con sus compañeros de colegio a la provincia de Chaco, esa experiencia marcó un antes y un después en su vocación de servicio. Sin embargo, no fue hasta el año pasado con la pandemia, que con tan solo 21 años y junto con dos amigos decidieron involucrarse para acompañar a los comedores y merenderos comunitarios que alimentan a las miles de personas cuya vida se volvió aún más difícil, consecuencia de la crisis social y sanitaria.

El proyecto Dar-Te tiene como objetivo ayudar a aquellas personas que están pasando por un mal momento en su vida”, destaca el joven, oriundo de Bella Vista, en el partido de San Miguel, en el oeste del Conurbano bonaerense. Actualmente, Agustín coordina una red de voluntarios que cocinan en sus casas, colaboran en la distribución de viandas o donan insumos para prepararlas. “Creo que lo que nos impulsó a empezar con esta iniciativa fue la necesidad de despertar las ganas de ayudar a otros desde el metro cuadrado que nos toca”, agrega.

Sin embargo, ese no es el único objetivo del proyecto Dar-Te: además de la asistencia alimentaria, trabajan para acompañar a las familias asistidas con distintas herramientas para ayudarlos con sus oficios y sus estudios. “Somos un nexo: les brindamos las herramientas para que puedan crecer tanto personal como profesionalmente”, señala Agustín, que fue seleccionado como Abanderado de la Argentina Solidaria 2021, un premio que reconoce a aquellos argentinos que trabajan diariamente por quienes más lo necesitan.

Cambiar el mundo desde nuestro lugar

Tuve la oportunidad de ver y escuchar la realidad, y una vez que la ves, y ves la necesidad, ya no podés mirar para otro lado”, destaca Lucía Larcade, una de las cofundadoras del proyecto que ya trabaja con más de 100 voluntarios y asiste a más de 4.000 personas en la zona oeste del Gran Buenos Aires (Hurlingham, San Miguel, William Morris, Ituzaingó y Parque Leloir) y la provincia de Córdoba. “A mi me decís proyecto Dar-Te y me lo imagino como un abrazo de la sociedad, del compartir entre todos”, añade. “Lo que buscamos es que los voluntarios puedan cocinar en sus propias casas y, a partir de eso, se va entregando a diferentes familias, centros sociales, comedores y merenderos”, cuenta Martín Parga, el tercero de los creadores de Dar-Te. Además de las cientos de familias individuales que asisten, brindan viandas a 10 comedores comunitarios todas las semanas.

En un año, entregaron más de 70.200 viandas en el GBA y Córdoba. Y, hasta el día de hoy, más de 140.500 personas recibieron un plato de comida rico y nutritivo ya que, Agustín aclara, que una vianda alcanza para dos personas. “A la semana de empezar con el proyecto eran 30 familias que estaban cocinando; a la segunda semana, eran 45. Llegamos al punto en que eran 100 familias cocinando, comprometidas, poniéndole amor, tiempo, cariño a cada una de las viandas que hacían”, destaca Agustín, y concluye: “El involucrarse y ser parte de ellos es también demostrarles que no están solos”.

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