Es una disciplina que nace del surf convencional y la única diferencia es la forma en la cual se puede surfear: puede ser acostado, de pie, sentado, dependiendo de la funcionalidad de la persona.
El surf adaptado es una disciplina que se puede practicar en cuatro modalidades, de acuerdo a la funcionalidad de la persona con discapacidad. Las personas con alguna parapelejía lo pueden hacer acostados, o con modalidad “prone”, y quienes necesitan algún tipo de ayuda para entrar o salir del agua lo hacen bajo la modalidad “prone con asistencia”. También están aquellos que tienen alguna amputación y las personas ciegas.
El deporte es totalmente integrador y ayuda a derribar retos y enfrentar nuevos desafíos. Potencia aspectos corporales como la coordinación o la tonacidad muscular, y mejora la autoestima.
Georgina Melatini es una de las mejores surfistas de nuestro país, bicampeona sudamericana y desde el año pasado lleva adelante una escuela de Surf Adaptado en Santa Clara del Mar, en el partido de la Costa.
“La comunidad surfista es algo increíble. No hacen diferencias, no les importa si surfeas acostada, arrodillada o como sea. No te discriminan y está increíble y tienen aparte un espíritu muy libre, salvaje y siempre que le digo a mi grupo de amigos que surfeamos estoy contenta con ellos porque es la primera vez que realmente tengo un lugar de pertenencia para estar”, reflexionó.
