POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Sol Gómez Suárez tiene 34 años. Y si bien seguirá siendo de por vida la hija de “Piñón Fijo”, ya no pertenece más al grupo que acompañaba al conocido payaso y es conocida como “Solcito Fijo”. Con su carrera solista no para de cosechar éxitos. Y en esta charla con Optimism hablaremos sobre la profundidad de la risa, los niños, las niñas y la salud.
-¿Quién es realmente Sol Fijo ?
Soy Sol, una mujer y mamá de 34 años inquieta desde la infancia por buscar ese lugar de libertad para crear y ser yo misma en lo que me proponga. Lo que más me acerca a ese estado es la niñez, es por esto que mi gran pasión es escribirle canciones a los momentos más importantes de la infancia. Y como la tengo tan cerca, en mi pequeña hija Luna, en mi panza (un Leoncito por nacer) y en tantas familias que me abren las puertas de sus hogares para llegar con mis canciones puedo decir y agradecer a la vida por hacer lo que me gusta y ser feliz por eso.
-¿Cómo es hacer divertir a los niños y niñas en Argentina ?
No creo que haya una formula. Estamos en una época de muchos cambios de paradigmas y de mucho “acelere”. Los adultos vivimos la mayor parte del tiempo en el mundo de “la inmediatez”, lo que significa para mí que se nos pasen por alto los momentos de conexión humana por estar inmersos en lo virtual. Por lo tanto, mi propuesta como mamá es intentar equilibrar eso ofreciendo alternativas, tiempo y espacio que nos conecten con las miradas y sonrisas reales. A partir de eso surgen las canciones, los títeres y los cuentos que forman parte de mis shows, y que me regalan siempre sonrisas y alegria. Mi motor para seguir creyendo en que podemos lograr un mundo más sano.
-¿En cuánto al material, cómo lo componés?
De acuerdo a la etapa que estemos transitando en casa. Todas mis canciones son vivenciales. Soy una mamá más en busca de herramientas que acompañen el proceso de crianza de nuestros hijos. A mi me surge más a través de la música. En casa tenemos canción para bañarse, para dormir, para el momento “del cuento”, las rimas- Y así todas fueron surgiendo a partir de las inquietudes de mi propia maternidad.
-¿Cuán necesaria te parece la risa ?
Indispensable para vivir. La risa sana salva y es fuente de energia para nuestra salud.
-En estos momentos de pandemia, ¿Qué experiencias te tocó vivir en cuánto a la dificultad laboral, y la necesidad de divertir a los demás para pasar ese mal momento?
Como a casi todo el mundo la pandemia nos pegó con mucha incertidumbre laboral. En mi rubro, el teatro, la proyección era muy negativa en aquel 2020. Por inquietud y gracias a la conexión que hemos logrado con las familias a través de las redes nos animamos junto a mi compañero de vida a intervenir un espacio de la casa. Lo convertimos en un estudio de “animaciones virtuales’. Un salto al vacío ante algo totalmente desconocido. Hicimos cumpleaños, shows abiertos, fiestas de jardines, escuelas, empresas de todo el mundo desde nuestra casa. Casi 200 animaciones en 2020. Nos reinventamos, tuvimos una respuesta muy positiva… fue la sorpresa más hermosa de ese año, porque como familia también tuvimos que acomodarnos y aprender a convivir trabajando en casa. Todo aprendizaje inesperado en un año que comenzaba muy negativo. Me siento agradecida a la vida por las oportunidades que hemos tenido en una situación mundial tan triste.
-¿Qué te genera movilizar la honestidad de los niños y niñas?
Me genera compromiso y responsabilidad. Hablo más que nada desde mi rol de mamá. Poder cuidar y validar las emociones de nuestros niños es una tarea que me tomo con muchísima seriedad. Creo que en ese primer cuidado y atención, la primera infancia, se forman los cimientos de personas sanas, justas y amorosas en el futuro, una llave unica para lograr un mundo más sano y sin violencia. No pierdo las esperanzas.