Sergio Aguirre: “Las Islas Malvinas van a retornar a nosotros, pero el reclamo debe ser en paz”

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POR SEBASTIÁN SAAVEDRA

Hoy, 2 de abril, es el Día del Veterano y Veterana y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Se cumplen 41 años de aquel conflicto bélico, y en esta fecha recordamos con orgullo a quienes dieron su vida por la Patria y defendieron con honor suelo argentino.

En esta fecha tan importante para nuestro país, hablamos con Sergio Aguirre, miembro activo de los familiares caídos en Malvinas, un actor protagónico en el trabajo de la memoria y en la identificación de los caídos que se encontraban en el cementerio de Darwin como “Soldado Argentino solo conocido por Dios”, y hoy tiene su nombre y un lugar donde los familiares pueden homenajearlo.

Su historia conmueve, cómo pudo reencontrar a su padre, el reconocimiento del cuerpo a pesar que pensaban que había quedado en el fondo del mar tras el hundimiento del buque de transporte Isla de los Estados. Un relato emotivo con un mensaje contundente respecto de la guerra y de la soberanía argentina en Malvinas.

-Hoy es 2 de abril, ¿significa para vos algo particular o es todos los días el recuerdo de Malvinas?
Si, el 2 de abril es una fecha muy importante. Es cuando recuperamos a nuestras Malvinas. Recuerdo que me enteré cuando volví del colegio, tenía 17 años y cursaba sexto año del industrial. Es importante destacar que ese día no comenzó la guerra, como a veces se cree, sino que se recuperó lo que es nuestro. Con una operación militar incruenta, en donde sólo hubo un muerto de nuestro lado. Por el contrario, la guerra fue comenzada por Gran Bretaña el 1 de mayo con el bombardeo a la pista aérea de Puerto Argentino; y el 2 de mayo al hundir el crucero ARA General Belgrano no hubo vuelta atrás. En ese ataque fallecieron 323 tripulantes, más de la mitad de los 649 Héroes Caídos Argentinos en todo el conflicto.

-¿Querés contarnos la historia de tu papá?
Mi padre era marino mercante, es decir, un civil que trabaja arriba de los buques. Desde joven quería ser maquinista naval, y así luchó y estudió toda su vida para conseguirlo. Luego del 2 de abril de 1982 fue a anotarse como voluntario para ir a Malvinas. Esta decisión la tomó solo, sin consultar ni avisar a la familia; era muy patriota y sintió que era su deber ir a defender a su Patria y a su bandera, pero no con un fusil, sino con su trabajo.

El domingo 11 de abril lo llamaron, el 12 se presentó por la mañana, y el 13 por la madrugada estaba partiendo a Malvinas. Así de rápido ocurrió todo. La familia recién se enteró de la noticia el lunes por la tarde. Así se armó una gran discusión, porque no queríamos que fuera. La familia de parte materna había perdido a todos los hombres en la Primera y Segunda Guerra Mundial, por lo tanto conocíamos de primera mano los riesgos de ir a un lugar en conflicto. Finalmente, papá viajó el 13 por avión a Malvinas, y fue a cubrir el puesto de jefe de máquinas en el buque de transporte Isla de los Estados. El barco ya estaba en Malvinas desde el desembarco del 2 de abril, y cumplió importantes misiones de logística y abastecimiento en las Islas.

El 10 de mayo a las 22:20, cuando navegaba por el Estrecho de San Carlos, fue detectado y cañoneado por una fragata británica. Así se produjo el hundimiento y la pérdida de 23 de los 25 tripulantes del buque. Quiero destacar que la mayoría eran civiles, y que todos eran voluntarios. Únicamente sobrevivieron el coordinador naval, capitán Alois Payarola y Alfonso López, un marinero de nacionalidad española. Mi padre tenía 52 años al momento de morir.

Cinco días después del hundimiento del Isla de los Estados, vinieron a casa una delegación de transportes navales (la armadora del buque) para informarnos que el buque había sido hundido, que papá estaba desaparecido y que se presumía su fallecimiento. Para mí ahí terminó la guerra. Ya habíamos recibido la peor noticia posible. Todo lo demás pasó a segundo plano.

-¿Esta particular historia hizo que terminaras siendo un actor protagónico en el trabajo de la memoria?
Así fue, la historia no terminó con la muerte de mi padre. Pasados 37 años y en el marco del Proyecto Plan Humanitario (PPH), fue que dimos la muestra de ADN a pedido de la presidente de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. Principalmente con la idea de que no busquen más a Miguel Aguirre, porque sabíamos que su tumba estaba en el fondo del mar, y también para dejar asentado ante el escribano público de la Nación, que la familia Aguirre Spanghero, en el hipotético caso de encontrar restos de él, deseaban que queden en Malvinas a perpetuidad. En la tierra por la que lo dio todo.
El PPH fue un acuerdo que firmaron Argentina y Gran Bretaña con la colaboración del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para la identificación de las 121 tumbas que en el Cementerio Militar Argentino en Darwin tenían la placa “Soldado Argentino solo conocido por Dios”.

El 6 de diciembre 2017 recibimos el informe de la muestra de ADN, y contra todas las creencias que teníamos, fue positivo. Es decir que mi padre estaba en el cementerio en Darwin. La sorpresa fue tan grande que no lo podíamos creer, tardamos mucho tiempo en procesarlo. Fueron 37 años de pensar que estaba en el fondo del mar y la verdadera historia fue que se encontraba en Darwin. Lo tomé como que mi papá me enviaba una prueba científica de que no lo espere más. Y por otro lado, una invitación para ir a visitarlo.

El 26 de marzo de 2018 viajamos con mamá y un grupo de 200 familiares más a reencontrarnos con nuestros Héroes a Malvinas. Fue un antes y un después. Una experiencia muy fuerte y agotadora. Con muchas emociones y sentimientos encontrados. Dolor, llanto, alegría y paz.

-¿Qué acciones realizan en pos de la memoria y la identidad?
Soy el tesorero de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Y desde la institución llevamos a cabo distintas acciones para mantener viva la memoria de los 649 Héroes Nacionales que nos dejó el conflicto de Malvinas. También tratamos de ayudar a las familias de los caídos. Mucho trabajo con pocos o ningún recurso.

-¿En qué modo podría ayudar el ciudadano de a pie?
Que se pregunte qué hacer para que la Argentina vuelva a ejercer la soberanía plena sobre las Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y todo en mar circundante. Que siga convencido de que las Malvinas son parte de nuestro territorio, por derecho, historia y geografía. Y que en algún momento van a retornar a nosotros. Pero siempre con un reclamo en paz: las guerras sólo traen dolor a ambos lados.

-¿Algo más que quieras agregar?
Desde la Comisión de Familiares de Caído en Malvinas defendemos la memoria de los 649 Héroes Nacionales. Así declarados por Ley 24.950 del Congreso Nacional: “Decláranse “Héroes Nacionales” a los combatientes argentinos fallecidos durante la guerra de Malvinas, en el año 1982, en defensa de la soberanía nacional sobres las islas del Atlántico Sur”. Que por motivos mezquinos quieren modificar ese número. Le quiero agradecer a Claudio Avruj y a todo su equipo que fueron una parte esencial en la concreción del PPH. Y a todas las instituciones que participaron también: Comité Internacional de la Cruz Roja, Equipo Argentino de Antropología Forense, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ministerio de Acción Social, Embajada Británica. ¡Viva la Patria. Las Malvinas fueron, son y serán Argentinas!

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