Rubén Otero formó parte de la tripulación del crucero General Belgrano hundido por un submarino inglés el 2 de mayo de 1982 durante la guerra de Malvinas. Años después del conflicto, lo invitaron a tocar en una banda tributo a los Beatles. Luego, comenzó a formar parte del elenco de una obra sobre Malvinas, Campo Minado, por iniciativa de Lola Arias.
POR FERNANDA DI BENEDETTO
La de Rubén es una historia que atrapa por muchos motivos. Principalmente, cautiva por la gran vinculación que tiene hoy con Inglaterra, y cómo logró separar lo vivido en el escenario de la guerra, con lo que vive hoy en día en los escenarios de música y teatro.
El gusto de Rubén por la música no es una novedad. Hace muchos años que conoció lo que es una batería, y nunca la soltó. “Mi vínculo con la música surgió cuando yo era muy chico. A mi hermano le gustaba tocar la batería, compraron una y la teníamos en el medio de la habitación, entonces cuando él se iba a trabajar y yo llegaba de la escuela me ponía a tocar siguiendo la música de los discos de música nacional de aquella época”, cuenta.
Tocar la batería no sólo significaba para él un momento de divertimento. Años más tarde, más precisamente a partir de 1982, significaría un método para canalizar sanamente aquello que vivió el 2 de mayo de ese año.
El 2 de abril se dio rienda suelta a la guerra de Malvinas, el conflicto entre Inglaterra y Argentina por las Islas Malvinas ubicadas al sur de nuestro país. En ese entonces, Ruben formaba parte de la marina que integraba el Crucero Belgrano, que zarpó el 16 de abril de 1982 hacia Ushuaia, y posteriormente hacia Malvinas. El 2 de mayo de ese año, tres torpedos ingleses impactaron contra el crucero que se encontraba por fuera de la zona de exclusión. De los 1093 tripulantes que había a bordo, 323 murieron (casi la mitad de las bajas argentinas en el conflicto) y 770 fueron rescatados. Entre los sobrevivientes estaba Rubén.
“A las 16:01 recibimos el primer impacto y unos segundos después recibimos el otro. Me acuerdo que el crucero quedó totalmente a oscuras, sin propulsión, se inclinó y comenzó a hundirse muy lentamente”, Cuenta Ruben quien, después de abandonar el buque con la balsa que le fue asignada, pasó 41 horas a la deriva hasta que fue rescatado. El viernes 7 de mayo por la mañana, logró arribar a su casa sano y salvo.
En el año 1995, Rubén es convocado por unos entusiastas de la música para formar parte de una banda llamada Get Back, quienes hacían tributo a los Beatles, reconocida banda inglesa. “Participamos de la semana Beatle de latinoamérica y salimos como mejor banda. Esto nos daba la posibilidad de ir a tocar en el año 2005 a Liverpool, pero el premio no incluía los pasajes”, cuenta Rubén, y añade: “hablé con la Cancillería Argentina y un día me llamaron para que vaya a explicar personalmente de qué se trataba eso que yo estaba pidiendo, y bueno cuando fui y explique, me dijeron que iban a darnos los pasajes”. Es así como Get Back logró llegar a Liverpool, donde hicieron una gira durante 7 días en varios escenarios, en hoteles, bares, y demás lugares históricos de la ciudad.
La faceta artística de Rubén no se limitó a la música. “En el año 2015 recibo un llamado de Lola Arias, que quería tener una entrevista conmigo para que le cuente mi historia, sobre Malvinas y sobre después de la guerra”. Lola Arias es una escritora, actriz, performer y directora teatral argentina, que “se interesó mucho en el tema de que yo tocaba con la banda Beatles, ese contraste haber estado en guerra contra los ingleses y después tocar música de Los Beatles a ella le interesaba mucho para poder ponerlo en la obra”, aclara Rubén. La obra de la que habla es Campo Minado, que evidencia lo vivido en Malvinas de la mano de tres actores ingleses y tres argentinos.
El 28 de mayo del 2016 fue el debut en la ciudad de Brighton, que sentaría las bases de un vínculo muy bueno con sus compañeros. “La verdad que no tuvimos nunca ningún tipo de problema, ellos saben perfectamente que nosotros defendemos nuestra soberanía, dicen que los habitantes son ingleses y nosotros decimos que las Islas son argentinas”.
“Los escenarios de Malvinas y de la obra son completamente diferentes, no hace falta que lo aclare yo, uno es de guerra y el otro de teatro”, comenta, rescatando aquello que más valora de su experiencia en la obra: “Lo bueno que me brindó la obra de teatro es haber podido conocer a los ingleses, que no los conocí durante la Guerra porque yo después del hundimiento del Belgrano volví a territorio argentino y nunca me crucé con un inglés”. “Hoy se cual fue mi enemigo, aunque es muy reducida la cantidad de soldados que conozco porque son tres no más, por lo menos tengo una relación con ellos y sé que son iguales a nosotros”, concluye.