Respeto para un mundo mejor

Reflexiones Slider

Hace muy pocos días se cumplieron 20 años de la aparición/nacimiento de Harry Potter y, como era de esperar, fue un acontecimiento recordado mundialmente.

Es tan fantástico el éxito que tuvo y tiene esta saga literaria como interesante recorrer la vida de quien la creó, la escritora J.K Rowling.

De ella encontré en una de las notas que se publicaron esta afirmación: “No importa cómo nacemos, sino en lo que nos convertimos“.

La rescato hoy, 16 noviembre, jornada en la que Naciones Unidas llama al mundo a celebrar el Día Internacional de la Tolerancia. Una fecha instaurada en el año 1996, luego de haber culminado en 1995 el año consagrado a la Tolerancia.

Es cierto que debemos convenir que para nuestro lenguaje cotidiano y concepción de la cultura democrática y de derechos humanos, que la mayoría abrazamos, no es éste el mejor término. En verdad se aleja de lo que quiere imponer. Pues la vida de relación de las personas exige mucho más que ello.

Pero por suerte cuando entramos en la página de las Naciones Unidas encontraremos esta respuesta que nos tranquiliza e inspira. La Tolerancia, ni indiferencia, ni indulgencia: respeto.

Es un buen ejercicio preguntarnos y hacer preguntar ¿Qué es éste día? ¿Por qué es importante? ¿Qué tiene que ver conmigo? Tres preguntas simples de muchísimas más que se nos pueden ocurrir en un diálogo con nuestros hijos o en un alto en el trabajo o simplemente como charla repentina entre pares.

¿Por qué no? ¿Por qué siempre detenernos en las noticias más virulentas o las malas noticias?

Es saludable que podamos decir que este día tiene que ver mucho con nosotros puesto que nuestras vidas en lo cotidiano están dirigidas justamente a respetar y ser respetados, reconocer y ser reconocidos a hacer y colaborar, a vivir en sociedad. En definitiva, a buscar la felicidad realizando aquello que nos hace bien.

Pero no hay bienestar si no es compartido. No será el mundo un lugar seguro y ni siquiera virtuoso si no hacemos de él un lugar como debe ser, sin discriminación, sin exclusión, sin violencia.

En esta tarea no hay delegación posible. Hay responsabilidades compartidas. Frente al discurso de odio y el prejuicio hay obligaciones de la instituciones de los Estados, de las organizaciones de la sociedad civil y de cada uno de nosotros.

La indiferencia y la pasividad se vuelven en contra.

Es importante saber en qué nos convertimos a lo largo de la vida. En qué nos convertiremos con nuestros pensamientos, creencias y acciones.

Detenernos unos instantes en este día y pensar que es un día consagrado al respeto del prójimo es un gran paso que daremos todos para convertir nuestro mundo en el mejor de los mundos.


Por Claudio Avruj
Director de Optimism

Suscribite
Notificarme de
guest
1 Comentario
Más viejos
Más nuevos Más votados
Ver todos los comentarios
Federico

Gracias por compartirlo @claudio!!! Excelente!! Un saludo.
.
Federico