Rescató un gato de la calle, lo convirtió en un furor de TikTok y consiguió el trabajo de sus sueños

Mundo animal Slider costado

En medio de la cuarentena, Yanina comenzó a subir historias en su cuenta de Instagram con sus gatitos Armin y Gaia sin sospechar que esa iba a ser la puerta a una nueva oportunidad. Al tiempo rescató a Houdini, un gato siamés cuya socialización mantuvo en vilo a todo TikTok y que gracias a ello le generó miles de seguidores. Hoy es la “Karen” (término de las redes para hablar de mamás gatunas)más famosa de las redes y a través de ellas encontró su verdadera pasión: trabajar como catsitter (niñera de gatos)

La aparición de Houdi no solo le abrió la puerta a Yanina a un “amor inconmensurable”, sino también a atreverse a más y pelear por sus sueños. La joven se dedicó toda su vida laboral al comercio, pero sus gatitos y “la comunidad” que se generó en sus cuentas le dieron el empujón que más necesitaba.

Armin, el gato

Cuando la joven de 32 años terminó la secundaria y la profesora la llamó para que reciba su título, en una suerte de breve descripción la definió como “la chica que es capaz de dejar todo por llevar a su gato al veterinario”.

Nadie puede discutir de su amor por los felinos y ella misma asegura que no puede vivir sin tenerlos de mascota. Por ello, con el paso de los años hizo parte de su vida a Gaia y a Armin, aunque sin saberlo, este último terminaría por enamorar a todo TikTok.

Armin, el inicio de las redes sociales. (Foto: gentileza Yanina Maciel)
Armin, el inicio de las redes sociales. (Foto: gentileza Yanina Maciel)

“Yo siempre creí que él tenía mucho potencial porque subía historias a Instagram y siempre me decían que querían conocerlo. Llamaba la atención por el bigote de Dalí y porque en sí era un personaje de 10 kilos. La conexión que teníamos era increíble, con una mirada nos re entendíamos”, explicó Yanina a TN.

Esto la llevó a abrirle sus propias redes, @arminelgato, para compartir sus travesuras diarias. “Subí un video de él bañándose con una música sexy y enseguida tuvo muchas reproducciones. Yo no entendía nada, pero empecé a hacer contenido todos los días y la gente se copó”, detalló y agregó: “Terminó cambiándome la vida”.

Sin embargo, en medio del auge de la viralización, una triste noticia la sacudió. “Armin falleció de golpe y fue muy triste tener que contarlo. Tenía 50 mil seguidores y decir eso cuando subía contenido todos los días fue duro, pero sentí que tenía que hacerlo”, explicó. “Fue algo natural, a la mañana estuve con él y tengo videos de esos momentos que no volví a ver más. Yo me fui a lo de una amiga y cuando volví estaba mal y se murió en mis brazos. Siento que me esperó porque era muy mamero”, destacó.

Con la partida de Armin y muchos seguidores en sus redes sociales, Yani se replanteó qué utilidad darle ahora a ese TikTok vacío. “Quería hacer algo lindo, ayudar a los gatos con esta cuenta y me apareció una publicación de las chicas de @gatitesdecentenario pidiendo voluntarias para alimentar a los animales del parque así que empecé a mostrarlas en mis redes”, explicó.

La llegada de Houdini, el gatito escapista

En duelo aún, la joven decidió comenzar a transitar gatitos rescatados hasta que le llegó el rumor de que había uno, muy bebé, que estaba solo por la zona, pero que no se dejaba agarrar. Sin embargo, con ayuda de las chicas de la organización y una jaula trampa logró atraparlo.

Pero algo pasó. “Lo dejé en un tránsito y a los cinco minutos me llamaron porque se había escapado. Yo les había advertido que lo dejen encerrado porque era probable que tenga miedo pero lo dejaron suelto en el living y se tiró por el balcón. Se salvó porque cayó arriba de un auto”, explicó.

Desde ahí comenzó la travesía para encontrarlo nuevamente. “Me quedaba hasta las 3 para agarrarlo y estuve 10 días hasta que cayó”, detalló. “Lo llevé a mi casa y le puse Houdini porque es escapista”, contó entre risas.

Houdi, como lo bautizaron sus fans, tenía menos de cinco meses cuando su vida cambió y aunque Yanina pensaba que la adaptación iba a ser sencilla, nada de eso ocurrió. “Los primeros días yo sentía que iba super rápido, pensé que como mucho en dos semanas se calmaba pero no, con el tiempo comenzó a ponerse agresivo y la gente opinaba mucho en las redes”, lamentó.

“Pelee mucho conmigo pensando en si lo adoptaba porque sentía que él tenía más oportunidades al ser un siamés, pero no lo quería dar hasta que no socialice. Así fueron pasando los meses y creo que era el destino: si él aflojaba al mes, yo lo daba en adopción pero al haber hecho todo el camino que hicimos me llevó a quedármelo”, remarcó.

Yani y los leves acercamientos de Houdi. (Foto: gentileza Yanina Maciel)
Yani y los leves acercamientos de Houdi. (Foto: gentileza Yanina Maciel)

“Me rompía el alma pensar que si iba a otra casa iba a tener que empezar de cero; después de todos los rasguños que me llevé, de llegar a mi casa re cansada y quedarme en la cocina con él jugando para que me vaya perdiendo el miedo sentí que no podía darlo”, sostuvo.

Aunque mucha gente le decía que era momento de rendirse, en la cabeza de la joven nunca tuvo lugar esa idea. “En un año que duró la socialización me acuerdo de momentos puntuales como la primera vez que salió de la cocina, su primera caricia, la primera vez que se subió a una cama”, agregó.

“Me di cuenta de que le gustaba la tele y le ponía videos. Tenía mucho miedo a todo, no saltaba, no se subía a lugares altos, le podía dejar todo el día la comida en la mesada y no iba a subir. La primera vez que se subió a una silla fue un gran avance. Después de eso pasaron meses hasta que se acercó a mi”, contó.

Houdi y Gaia compartiendo una siesta. (Foto: gentileza Yanina Maciel)
Houdi y Gaia compartiendo una siesta. (Foto: gentileza Yanina Maciel)

Pero finalmente, hace pocas semanas, el milagro ocurrió. “Se dejó acariciar, con golosinas de por medio, pero está descubriendo que eso le gusta. El mimo en un primer momento era duro y ahora por momento afloja”, explicó Yani entusiasmada.

De profesión: catsitter

Las redes le abrieron un mundo distinto a la joven que hace 11 años se dedicaba al comercio. “No era lo que quería en mi vida ni lo que me hacía feliz. Renuncié y no sabía que iba a hacer, pero sí sabía que tenía el respaldo de las redes y un público que iba a compartir mis posteos. Eso me motivó a pegar el salto”, sostuvo.

Después de incursionar por distintos emprendimientos, surgió la propuesta por parte de una amiga. “Ella se iba de viaje y me preguntó si le cuidaba los gatos. Luego de esa experiencia comencé a ofrecerme en las redes como para que me entre algo de plata y el primer día ya empezaron a contratarme”, explicó. “Era gente que me seguía, no eran conocidos”, aclaró.

Ese fue su gran paso a un nuevo amor, el que hoy asegura “es mucho mejor de lo que había soñado” y que este cambio se lo debe a Houdi. “Él me cambió la vida porque nunca me hubiera imaginado trabajar de esto”, sostuvo.El servicio de catsitter. (Video: Instagram @arminygaia)

“Me emociona haberlo logrado después de tantos años de trabajar en relación de dependencia, de años de irme a dormir pensando en cómo sería trabajar de manera independiente, sacando las cuentas de cuánto tenía que vender para costear mis gastos, siempre ilusionada”, recordó.

Además, animó a que más personas vayan tras sus deseos. “Cuento todo mi proceso en las redes para demostrar que se puede arrancar desde muy abajo. Soy una piba que hoy trabaja de lo que ama, pero nadie me ayudó, fue puro esfuerzo y valentía mía, porque salir de la zona de confort es difícil, da miedo y eso me gusta mostrarlo y contarlo”, destacó.

Hoy su trabajo implica pasar tiempo con los gatitos, darles de comer, limpiar sus areneros y básicamente jugar con ellos. “Me piden mucho para los fines de semana largos, vacaciones o viajes. Muchas veces el animal es muy territorial y no puede convivir con otros en un hotel, por ejemplo, o por el estrés de moverlo de su lugar”, explicó y además, comenzó un emprendimiento de camitas antiestrés para mascotas.

Houdini y sus primeros besos. (Foto: gentileza Yanina Maciel)
Houdini y sus primeros besos. (Foto: gentileza Yanina Maciel)

Yani, asegura que aunque todavía le queda mucho recorrido con Houdini, no piensa en rendirse. “Es importante tener paciencia por sobre todas las cosas, y amor. No forzar. Un gatito no es sinónimo de ser mimoso porque no todos lo son, algunos tienen su carácter y hay que entenderlos. Aprender a querer al otro sin poseerlo”, concluyó.

FUENTE TN

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