POR FERNANDA DI BENEDETTO
Cultura Rastafari
A partir de los años 60, todas las generaciones venideras escuchamos alguna vez reggae, y a su referente máximo, Bob Marley, como rito de iniciación.
Pero la cultura Rastafari que envuelve este género musical se remonta a mucho antes. En los años 30, surgió como un movimiento religioso desarrollado en Jamaica, con sus creencias basadas en una interpretación específica de la biblia conocida como Rastalogia. Los seguidores de este movimiento le otorgaron un lugar central al antiguo emperador de Etiopía, Haile Selassie, considerándolo como la reencarnación del Dios Jah en la Tierra.
¿Cómo se vive?
La cultura Rastafari como la conocemos es afrocéntrica y concentra su atención en la diáspora africana, que se considera como oprimida por la sociedad occidental o “Babylon”. Muchos practicantes piden un reasentamiento de la diáspora africana en Etiopía o en África, refiriéndose a este continente como la Tierra Prometida de Zion.
Los miembros de esta cultura que residen fuera de África, por su parte, invitan a la adopción de una actitud afrocéntrica por fuera del continente, impulsando un estilo de vida o “livity”.
Con respecto a la simbología y costumbres, “los rastas” (como se suelen autodenominar) escuchan música de autores afines, viven bajo el lema “vivir naturalmente”, utilizando rastas en sus cabellos.
El referente: Bob Marley
Bob Marley (Jamaica, 1945-Miami, 1981), considerado un fuerte referente del género Reggae, tuvo un rol fundamental durante los años 50, donde la contra cultura Rastafari había entrado en conflicto con la sociedad jamaiquina, incluyendo enfrentamientos violentos. Artistas como Marley significaron para la década de los 60-70 ganar respeto y mayor visibilidad en una sociedad golpeada por el sesgo de la época. Es por esto que hoy, su figura trasciende décadas y fronteras como un ícono Rastafari, siendo para muchos la viva imagen de Jah.
