Recuperan madera de los árboles caídos para crear obras de arte y muebles funcionales

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Cómo es el trabajo que hacen en Selva Negra, un proyecto que se dedica a la construcción de mobiliario funcional y escultórico, para generar piezas orgánicas.

Hacer arte y amigarse con el medio ambiente son dos cosas que tranquilamente pueden ir de la mano. Eduardo Blaquier y Hernan Cibils hacen Selva Negra, una construcción de mobiliario funcional y escultórico. Cada pieza la hacen a través de la recuperación de arboles caídos. Ambos se dedican a esculpir con el fuego esa madera y generan piezas orgánicas.

Su historia

  • Desde 2018, Cibils y Blaquier queman trozos de eucalipto, olmo y/o roble y realizan verdadera piezas únicas que trabajan de forma artesanal. Recuperar madera, es una cuestión que muchos llevan adelante. En el caso de Selva Negra, tienen ese agregado donde las esculpen con fuego y crean obras de arte.
  • El proyecto se base en recuperar la madera de árboles muertos. Lo que hacen es transformarla en objetos escultóricos funcionales.
  • Lo que más realizan son mesas de comedor, banquetas, mesas ratonas, bancos, mesas de apoyo, aunque también realizan accesorios de todo tipo, entre los que se encuentran tablas de asado, cucharones y ceniceros.

Blaquier y la escultura

El encuentro de Blaquier con la escultura fue a los 22 años, después de haber cursado 3 años de diseño industrial, donde comenzó a tener facilidad con el diseño en formas 3D. “Luego, en un viaje a Brasil vi a un escultor tallar un tronco en la calle y quedé fascinado. Recuerdo mirarlo y pensar ‘podría hacerlo, tengo que hacerlo, voy a hacerlo´. Al día siguiente, logré convencer al dueño de la posada donde vivía para que me dejase tallar una cara en una columna con lo que tenía en su caja de herramientas. Lo hice, y cuando termine, estábamos los dos muy satisfechos. Solo que en mi se despertaba una pasión. Al poco tiempo me asesore, compre mis primeras gubias y escofinas e hice mi primer escultura en forma de huevo con un tronco de acacia blanca. Así comencé a perfeccionar mi técnica, y también a conocer mi lado obsesivo”, sostuvo.

Durante muchos años hizo esculturas y, dice, no se consideraba un artista. Ni siquiera sabía lo que era el arte. “Lo hacía por el hecho de que me gustaba crear formas nuevas. Además la madera y el ser humano estamos juntos hace mucho tiempo. Cuando la empecé a trabajar me enamoré instantáneamente”, expresó este joven quien junto a Cibils lleva adelante éste y otros emprendimientos.

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