Realizan el primer mapa de música afroargentina

Música Slider costado

El objetivo es resaltar una riqueza lingüística y cultural del país.

Los ritmos afroargentinos también son parte de la diversidad del país. Y muestran cómo se articularon los aportes de estas poblaciones con los pueblos originarios y el resto de la sociedad (partiendo de relaciones asimétricas de poder). Es por eso que Norberto Pablo Cirio, licenciado en Ciencias Antropológicas, con el apoyo del Centro Universitario de Idiomas (CUI) de la Universidad de Buenos Aires, creó el primer mapa de la música afroargentina.

Este abarca un extenso territorio: desde la Ciudad de Buenos Aires, pasando por las provincias de Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Tucumán, Entre Ríos y Tierra del Fuego, hasta llegar a las Islas Malvinas. El candombe y sus variedades -designadas según gentilicio- son los protagonistas de este proyecto.

Para llevarlo adelante, no solo se requirió de un análisis documental –del que participaron estudiosos del tema–, sino que fue fundamental el testimonio de afroargentinos (algunos de ellos y ellas, de decimoprimera generación). Ciertas músicas mantienen su plena actualidad (con cambios a lo largo del tiempo, como el 6×8 o makumba, la milonga, el valseado con tambora o la charanda), otras están en proceso de revitalización (como el candombe paranaense) y algunas ya no cuentan de practicantes conocidos (como el maneco o candombe capillero). Las fechas son orientativas, porque es difícil hallar pruebas taxativas. El candombe porteño, por dar un caso, se situó a partir de 1580, año de fundación de la Ciudad. La tradición oral estima que es tan antiguo como ésta.

Afroargentinismos

Cirio cuenta que la propuesta del mapa surgió gracias a la interacción de dos factores: su propia investigación de más de tres décadas (con eje en lo musical desde un punto de vista antropológico) y la labor del CUI para visibilizar lenguas nativas –hasta el momento, de pueblos originarios–.

El licenciado detalla que algunas lenguas afroargentinas que ya no se hablan se mantuvieron hasta una fecha tan tardía como mediados de 1950. Al ser objeto de burla en un país “que se autopercibe europeo” –explica– entraron en desuso. A lo largo de su trabajo etnográfico, conoció a personas afroargentinas mayores de ochenta años que recuerdan cómo sus padres usaban estas lenguas para comunicarse dentro del hogar.

Determinadas formas o expresiones se mantienen en el ámbito espontáneo o coloquial de las comunidades; otras perviven en festividades -como el culto a San Baltasar- o en cantos que se transmiten de boca en boca. Son muchos los términos tomados por las lenguas originarias locales -como “cambá”- o que directamente pasaron a formar parte del lunfardo local.

El experto habla de “afroargentinismos”: palabras del español de Argentina, que fueron traídas o creadas por la población africana en el país. El caso de “quilombo” es ilustrativo: si bien se utiliza como sustantivo peyorativo, se trata de un vocablo africano, que designaba al lugar de organización de quienes habían podido emanciparse del yugo esclavista. “Su significado es ‘gran unión’. En la actual Argentina hubo entre diez y quince quilombos entre los siglos XVIII y XIX, en las provincias de Chaco, Jujuy, Misiones, Río Negro y Buenos Aires”, especifica Cirio. Próximamente, dictará el “Taller de Afroargentinismos”, procurando poner en evidencia los vínculos lingüísticos que nos unen con África.

Candombe malvinense y tango tamboril

Aunque a muchos sorprenda, junto a la milonga y el candombe, el tango tiene un origen afro. “Es una música que se dio en muchas partes de la América negra desde el 1700. Se encuentra la palabra en Nueva Orleans, en La Habana, siempre vinculada al baile y toque de tambores. En resumen, esta importante danza nacional… tiene un origen negro”, reflexiona el especialista. ¿Otro dato curioso? En 1808, el padre de Manuel Belgrano vendió una casa a una persona de ascendencia africana: en el documento de compraventa, que sobrevivió a los siglos, la propiedad figura como “sitio del tango”. Sucedió en Monserrat, llamado “el barrio del tambor”, porque vivía allí una mayoría negra y porque alojaba las entidades de ayuda mutua afroargentinas (aunque cierta enseñanza de la Historia señale que la posterior inmigración europea habría innovado con este tipo de asociaciones).

Suscribite
Notificarme de
guest
0 Comentario
Ver todos los comentarios