Debemos desearnos felicidades y augurarnos los mejores deseos, claro que sí.
Somos testigos de un tiempo que no hemos imaginado jamás, que leímos en la historia e ignoramos, a su vez, a los que nos advertían que podría suceder.
Somos, con nuestras penas y dolores a cuestas, sobrevivientes de un año de amenazas ciertas, de pérdidas definitivas, de ausencias y distancias prolongadas.
Somos partícipes, actores y testigos de una época particularmente difícil en la cual la pelea y la descalificación de unos y otros aparenta dominar la escena y nubla nuestra visión.
Pero no es así.
Para muchos de nosotros la vida, con sus matices, transcurre de otra manera.
Los sueños e ilusiones en pos de los cuales dirigimos nuestros días y aplicamos nuestros esfuerzos, los afectos con quienes en intimidad dialogamos, reímos, sufrimos, y caminamos juntos, los vínculos con los que nos asociamos y pensamos en el presente construyendo el mañana, son los que ocupan la centralidad de nuestros días.
La vida ofrece enormes oportunidades para disfrutarla, incluso en la adversidad, porque es, ante todo, una inmensa y asombrosa posibilidad. Siempre.
Marie Curie dijo un día: “La mejor vida no es la más duradera, sino más bien aquella que está repleta de buenas acciones”.
Creo, como tantos otros, que la vida se construye en el afecto y la razón, en la pasión y el acuerdo, en la decisión y la convicción. La honramos lejos de los extremos y fanatismos.
Se termina un año más y es tiempo de renovar nuestra fuerza interior para ir en búsqueda de la felicidad, celebrando el amor y propiciando el encuentro.
Vivamos el 2021 de una manera diferente, abordémoslo sin pensarlo como un formalismo que implica sólo un cambio en el calendario.
El que viene será un tiempo mejor, porque la esperanza y el alivio que traen las vacunas serán realidad, y por sobre todo porque lo aprendido en las vicisitudes del aislamiento, en la angustia y la tristeza por las privaciones y postergaciones que hemos atravesado, nos han hecho más fuertes.
Será un año mejor y en ello creo, pues nuestras vidas así se despliegan día a día.
Por Claudio Avruj
Director de Optimism
