Pediatras alertan que el bullying y el ciberbullying están en aumento

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Según UNICEF, los conceptos de acoso escolar y bullying son sinónimos, y definen “la conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada”. Se trata, principalmente, de agresiones físicas o verbales, exclusión social, acoso sexual; y derivaciones de ellas como extorsión, robos, difamación, creación de rumores, de acuerdo a la agencia.

En tanto, el ciberacoso ciberbullying es “una variante del acoso que se produce a través de internet. El acosador tiene sensación de anonimato y las consecuencias son más difíciles de evaluar”, según detallan desde UNICEF.

En ese sentido, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitió un documento sobre bullying, acoso escolar y ciberbullying en el que destacó que estas situaciones requieren de la intervención de las personas adultas, especialmente de los cuidadores de los niños, niñas y adolescentes (NNA, por las tres iniciales) involucrados, los docentes, los equipos de orientación escolar o de los gabinetes psicopedagógicos, y el personal directivo de la institución educativa.Las estadísticas de la ONG Bullying Sin Fronteras señalan que siete de cada 10 niños sufren acoso diariamente, situando a Argentina en el quinto lugar con 50,250 casos anuales (Imagen Ilustrativa Infobae)Las estadísticas de la ONG Bullying Sin Fronteras señalan que siete de cada 10 niños sufren acoso diariamente, situando a Argentina en el quinto lugar con 50,250 casos anuales (Imagen Ilustrativa Infobae)

El trabajo, que contó también con el apoyo institucional de la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, postuló: “El bullying y el ciberbullying comprenden situaciones violentas entre pares que pueden consistir, entre otros, en conductas de hostigamiento, agresiones, intimidaciones, situaciones de burlas o indiferencia, ya sea en el ámbito escolar o en los entornos digitales”.

Estas problemáticas incluyen a quien es agredido y a quien o quienes agreden, así como también a los otros pares que son testigos como observadores o alentadores -aun sin proponérselo-. También interpelan a los adultos responsables del lugar donde ocurren y a los padres o cuidadores de todos los NNA involucrados.

“Los adultos tenemos la responsabilidad de no admitir ni avalar ningún tipo de situación violenta; mientras que los pediatras podemos colaborar en la detección del bullying y acompañar y asesorar a las familias para la articulación de acciones con la escuela. En los casos más severos, donde se detecte riesgo para sí o gran afectación emocional o sintomática, se debe considerar la derivación con profesionales de salud mental. No es adecuado pedirle a los NNA que sufren bullying que enfrenten la situación, devuelvan la agresión o la minimicen”, analizó el doctor Juan Pablo Mouesca, médico pediatra y psiquiatra infanto-juvenil, miembro de la SAP.En el ámbito digital, el ciberbullying es una forma sistemática e intencional de agresión hacia niños y adolescentes (Europa Press)
En el ámbito digital, el ciberbullying es una forma sistemática e intencional de agresión hacia niños y adolescentes (Europa Press)

En esa línea, en el documento de la SAP graficaron: “Tratar la problemática de violencia entre pares en la escuela o en los entornos digitales como situaciones aisladas entre niños y adolescentes implica una mirada reducida, que no tiene en cuenta en profundidad los alcances de la violencia ejercida hacia la infancia y ni los componentes que conducen a estos emergentes”.

Según las últimas estadísticas mundiales publicadas por la ONG Bullying Sin Fronteras en abril de 2023, siete de cada 10 niños sufren todos los días algún tipo de acoso ciberacoso. Además, Argentina ocupa el quinto lugar entre los países del mundo con mayor cantidad de casos de bullying y ciberbullying, con un reporte anual de 50.250 casos.

Asimismo, en las pruebas Aprender 2021, respecto de las situaciones de violencia experimentadas en las escuelas por los estudiantes del 6° grado del nivel primario, se registraron algunas cifras preocupantes: el 42,9% manifestó que algunas o muchas veces otros estudiantes dijeron mentiras sobre ella o él; 36% identificó que otros estudiantes la o lo insultaron; 32,5% señaló que otros compañeros se burlaron; 29,5% informó que les dejaron de lado a propósito; 23,6% dijo que otros estudiantes le quitaron sus cosas o las rompieron; 22,6% señaló que otros estudiantes pidieron a compañeras o compañeros que no se junten con ella o él; 16,1% de los estudiantes afirmó que algunas o muchas veces otros estudiantes lo agredieron físicamente y 12,6% señaló que muchas o algunas veces, otros estudiantes lo amenazaron o insultaron a través de las redes sociales.Las víctimas en algunos casos ocultan el acoso por vergüenza o miedo, manifestando síntomas como cansancio y cambios en el rendimiento escolar (Imagen Ilustrativa Infobae)Las víctimas en algunos casos ocultan el acoso por vergüenza o miedo, manifestando síntomas como cansancio y cambios en el rendimiento escolar (Imagen Ilustrativa Infobae)

En tanto, la encuesta Rápida sobre la situación de la niñez y adolescencia 2022 (Sexta ronda) de UNICEF en Argentina relevó que el 19% de los hogares conoce casos de bullying y/o acoso en las instituciones escolares; el 13% de los hogares informa que al menos uno de sus hijos o hijas fue objeto de bullying o acoso en la escuela. La encuesta registró, además, en junio 2022, un aumento de la exposición de los adolescentes de 13 a 17 años a situaciones de discriminación o maltrato, ciberbullying, situaciones de violencia o pornografía en las redes.

En esa línea, la doctora Silvina Pedrouzo, médica pediatra especialista en Uso y Efectos de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) en niños, niñas y adolescentes, presidente de la Subcomisión de la SAP enfocada en esta disciplina, aportó: “Es importante reconocer que cualquier situación de violencia entre pares, se trate o no de bullying, requiere la intervención de los adultos para colaborar en su resolución; la detección y el tratamiento oportunos de estas situaciones nos brindan la oportunidad de enseñar nuevas formas de vincularse entre pares con respeto y empatía”.

“Las niñas, niños y adolescentes que crecen en el marco de patrones de violencia pueden llegar a reproducir esos maltratos con sus pares, tanto en el ámbito escolar como en las redes”, amplió Pedrouzo.

A su turno, Mouesca detalló que el bullying “es un fenómeno de maltrato grupal, intencional y persistente, que se repite en el tiempo de manera sistemática protagonizado por una o varias personas y dirigido hacia uno o varios compañeros. Tiene direccionalidad e intención de daño, que puede llegar a ser progresivo. Es presencial, requiere la presencia de personas físicas para que suceda. El bullying está relacionado con la discriminación, pero no son sinónimos”.Tanto el bullying como el ciberbullying generan estrés crónico y dificultades de vinculación para las víctimas, mientras que los agresores pueden presentar trastornos del control de los impulsos y falta de empatía (Imagen ilustrativa Infobae)Tanto el bullying como el ciberbullying generan estrés crónico y dificultades de vinculación para las víctimas, mientras que los agresores pueden presentar trastornos del control de los impulsos y falta de empatía (Imagen ilustrativa Infobae)

“Hay conductas discriminatorias que no necesariamente desembocan en bullying. El perfil de acosador suele ser detectable: suele ser violento, responde mal a las consignas de los adultos, es un alumno con problemas en la escuela y su rendimiento escolar es bajo. Igualmente puede no ser detectado por la escuela y pasar desapercibido”, siguió el doctor.

Paralelamente, en los entornos de la virtualidad, las infancias y adolescencias encuentran espacios donde pueden expresarse, vincularse, crear su identidad y ocupar grupos de pertenencia, generalmente lejos de la mirada del adulto. En estos espacios, el maltrato también puede encontrar su lugar de expresión y convertirse en entornos de reproducción de agresiones y otras situaciones de violencia entre pares.

“Llamamos ciberbullying a estas formas de agresiones sostenidas, reiteradas de manera sistemática e intencional hacia un niño o niña o adolescente, por parte de uno o más pares en los entornos digitales”, consignó Pedrouzo.

En el informe de la SAP, los especialistas plantearon que en los casos de ciberbullying, “los NNA por lo general están en permanente contacto con los dispositivos electrónicos para mantenerse al día sobre las publicaciones que hacen sobre ellos en las redes sociales y otros medios. Es habitual que se aíslen para visualizar los mensajes”.La intervención oportuna y la concientización sobre el bullying y el ciberbullying son cruciales para prevenir futuros casos y promover un entorno escolar y digital seguro para los niños y adolescentes (Imagen ilustrativa Infobae)La intervención oportuna y la concientización sobre el bullying y el ciberbullying son cruciales para prevenir futuros casos y promover un entorno escolar y digital seguro para los niños y adolescentes (Imagen ilustrativa Infobae)

“Una de las diferencias entre el bullying y el ciberbullying es la velocidad e intrusión con que llegan los mensajes agresivos a su destinatario/a en este último. Ya que pueden ser enviados a cualquier hora y desde cualquier sitio, lo que amplifica las dimensiones del daño. Es fundamental reconocer que, aunque la agresión se haya dado en entornos virtuales, el daño existe y la violencia es real”, sostuvieron en el documento.

Y agregaron: “Estos contenidos malintencionados permanecen en el ciberespacio y dejan una huella que difícilmente pueda ser borrada o eliminada. Además, el entorno virtual le otorga al agresor el anonimato, a través de ‘nicknames’ o de perfiles falsos. Tiene un factor extremadamente importante que es la inexistencia física de contacto entre el acosador y la víctima y, por lo tanto, es difícil que el acosador preste atención a la real dimensión del daño. El acosador tiene otro perfil: es más astuto, no suele tener problemas con la autoridad ni con los adultos y en términos generales suele ser un buen alumno y muchas veces todos estos hechos ocurren fuera del ámbito escolar”.

Con respecto a las víctimas, es usual el ocultamiento de lo que están sufriendo, por vergüenza o miedo, y que las personas adultas cercanas tampoco noten la situación. Cualquier chico puede ser el blanco de estas agresiones, y es frecuente que sean agredidas las personas con alguna discapacidad o aquellas que tienen alguna característica física en particular o racial o que se diferencian por otros motivos como el rendimiento deportivo o académico, nivel socioeconómico, creencias políticas o religiosas, etnias, identidad de género u orientación sexual.El ciberbullying, al ser más intrusivo y veloz, deja una huella difícil de borrar en el ciberespacio, con impactos psicológicos y emocionales graves para las víctimas, según la SAP (Imagen ilustrativa Infobae)El ciberbullying, al ser más intrusivo y veloz, deja una huella difícil de borrar en el ciberespacio, con impactos psicológicos y emocionales graves para las víctimas, según la SAP (Imagen ilustrativa Infobae)

“Entre otros síntomas, se destacan situaciones de cansancio, cefalea, dolor abdominal y vómitos que pueden darse el domingo por la noche, al despertar o previos al ingreso a la escuela en los casos de acoso escolar, donde el NNA suele manifestarse en contra de asistir a clase. También alteraciones del sueño, en la conducta alimentaria, dificultades en el aprendizaje, bajo rendimiento escolar, falta de interés en actividades que realizaba anteriormente, baja autoestima, cambios en el estado de ánimo y ansiedad”, dijo Pedrouzo.

“En los casos más graves, aparecen síntomas de aislamiento, depresión, ideas de muerte e intentos de suicidio”, describieron ambos colegas y agregaron: “En los casos de ciberbullying están en permanente estado de alerta en contacto con sus dispositivos, para chequear constantemente las publicaciones que hacen sobre ellos en las redes sociales y otros medios”.

Bajo estos preceptos, en el documento de la SAP resaltaron que tanto el bullying como el ciberbullying “producen estrés crónico, suelen asociarse al secreto y al sentimiento de impotencia para resolver la situación. Los adultos cuidadores no suelen enterarse del padecimiento y el maltrato sufrido por las víctimas”.

“Este tipo de situaciones también traen aparejadas consecuencias para el agresor, que frecuentemente puede presentar dificultades en la vincularidad, trastornos del control de los impulsos, falta de empatía, conductas antisociales o delictivas, dificultades de aprendizaje y fracaso escolar”, ampliaron en el informe.El acoso escolar puede manifestarse en síntomas físicos como cefaleas y dolores abdominales, así como en cambios de conducta y rendimiento académico, señalaron los expertos (Imagen Ilustrativa Infobae)El acoso escolar puede manifestarse en síntomas físicos como cefaleas y dolores abdominales, así como en cambios de conducta y rendimiento académico, señalaron los expertos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y reflexionaron: “Los testigos observadores aprenden a naturalizar las situaciones de violencia, adoptar conductas imitativas agresivas e incorporar estrategias de sumisión para evitar ser vulnerados. El miedo a ser ellos quienes sufran bullying puede generar cambios en su conducta habitual. Es necesario la intervención con todos los involucrados: los NNA que ejercen violencia, los que la padecen, los que están expuestos y participan de manera pasiva o activa, los docentes, los otros referentes escolares, los padres y cuidadores de los NNA, entre otros. Para lograr cambios persistentes en la convivencia escolar se requiere una intervención integral”.

Cabe recordar que existe un número telefónico para comunicarse de lunes a viernes de 8 a 20 hs, línea de Convivencia escolar, 0800-222-1197 (convivencia@educacion.gob.ar). Además, el Ministerio de Educación de la Nación ofrece una guía con recursos para la intervención escolar.

Por otra parte, la línea 102 es un servicio telefónico gratuito y confidencial que brinda un espacio de escucha, contención y orientación. También realiza intervenciones de manera conjunta con otros organismos del estado ante la vulneración de derechos.

Fuente: Infobae

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