Paula, la argentina que triunfa vendiendo alfajores en Miami

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Comenzó practicando con una receta de San Clemente y hace cuatro años inició un emprendimiento familiar que ya tiene seis empleados. La historia.

Al-fah-hor”, así les explica Paula Chávez a los que se acercan a su carrito en el Mall Aventura de qué se tratan estos “dos cookies rellenos con dulce de leche y pasados por coco o bañados en chocolate”. La argentina está radicada hace 20 años en Miami y hace cuatro comenzó Paula’s Bake Shop, un pequeño emprendimiento familiar de alfajores artesanales y tortas que arrancó en los farmers’ markets y llegó a hoteles de Miami Beach como regalo para los VIP.

Como muchos argentinos, Paula dejó su querida San Clemente del Tuyú en el 2001. “Me fui con la crisis, con mi esposo y mi hija de un año y cuatro meses”, contó. Ahora su primogénita, Bianca, tiene 22 años y, además de estudiar enfermería, se convirtió en su “mano derecha” en el negocio familiar en el que también ayuda a veces su otro hijo adolescente.

Si bien los alfajores siempre estuvieron presentes en la vida de Paula -su mamá trabajó durante años en una fábrica de alfajores artesanales y ”es lo típico que la gente trae de las vacaciones en San Clemente”-, llegó a producirlos casi por accidente.

Los alfajores de maicena son los que más se venden en Miami. (Foto: Instagram/@Paulasbakeshop).

“Empecé vendiendo empanadas en ferias de Miami y luego agregué alfajores al menú para ofrecer algo dulce también. Fue un flechazo. Me enamoré de hacerlos y deje de lado las empanadas”, explicó.

La emprendedora argentina de 44 años no tiene una formación profesional en cocina. Usa una receta de su mamá y con los años y clases online con pasteleros argentinos fue perfeccionando la técnica hasta obtener “un producto rico y premium” que hace todo su orgullo, y que vende por 5 dólares la unidad.

“La clientela en el Ventura Mall es bastante exclusiva. Cuando le digo el precio a los turistas argentinos salen corriendo y los entiendo, por el cambio es un montón. Pero es lo que vale un café en Starbucks. Esto es un alfajor artesanal, 100% hecho a mano, y vos sabés por lo qué estás pagando”, se justificó.

Paula Chávez comenzó su emprendimiento de alfajores artesanales hace cuatro años. (Foto: Instagram/@paulasbakeshop)

Según dijo, el secreto de su éxito radica en que usa “ingredientes de primera calidad, chocolate con 60% de cacao y un dulce de leche propio, no empalagoso y lo más natural posible” que también vende aparte.

Su clientela es amplia y se compone en gran parte de latinoamericanos que viven en Miami. “Todos los países tienen su versión del alfajor o del dulce de leche, conocen el concepto”, dijo. Al resto de los estadounidenses se “lo comparamos con caramelo, le damos muestras y se quedan contentos. A la mayoría les encanta, aunque a veces les parece muy dulce”. También le compran personas que viajaron a la Argentina o turistas de Israel o España que reconocen el producto.

Lejos de lo que uno se podría imaginar, el alfajor que más se vende no es el de chocolate, sino el de maicena. “Supongo que es por la presentación, entienden mejor de que va y les llama la atención el tamaño y el coco”, dijo.

Paula Chávez usa chocolate con 60% de cacao. (Foto: Instagram/@paulasbakeshop)

La empresaria también se supo adaptar al paladar local. “Creamos alfajores de manteca de maní, de dulce de leche y crema de castaña, y otro de guayaba, que es algo que en Miami se consume mucho”.

Hace dos meses que Paula tiene “su carrito” en el shopping, pero no es su único puesto de venta. La mayor parte de los 1500 alfajores que produce por semana los vende a unas 10 cafeterías de especialidad y varios hoteles de Miami que los dan a modo de obsequio a sus clientes VIP.

 “El emprendimiento creció y ya somos seis personas trabajando, algunos part time, yo las 24 horas en la cocina y el delivery”, dijo. También elabora otros productos como conitos de dulce de leche y tortas como pavlovas, budines de banana o carrot cakes.

“Nos está yendo bien, nos van reconociendo”, sostuvo la mujer que estudia administración de empresas en la Universidad Internacional de Florida (FIU) y ganó un premio del Bank of America con una subvención de $2000 para seguir innovando e impulsando sus proyectos.

FUENTE: TN

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