El comedor itinerante “La Ollita Viajera” expandió las fronteras de su solidaridad. El proyecto surgido hace poco más de dos años como olla popular en el barrio 500 Viviendas Norte de San Luis junto a distintos comedores y que durante la pandemia cumplió un rol clave para asistir a los más necesitados durante el aislamiento social, con la entrega de viandas a domicilio, ya cuenta con dos grupos más de trabajo en los departamentos Junín y Pedernera, ubicados en el norte y el este provincial.
El coordinador del proyecto, Fernando Rodríguez, dijo que en la última semana comenzaron las tareas en el barrio Ciudad Jardín, de Villa Mercedes, con la preparación y entrega de viandas a domicilio, como lo hicieron durante los últimos doce meses en la capital puntana. Y en los próximos días tienen previsto comenzar con las tareas en Santa Rosa del Conlara, lo que les permitirá abarcar también Villa de Merlo. “La idea es expandirse más, pero lo hacemos dentro de nuestras posibilidades y en la medida que conseguimos más recursos para llegar a más gente de la provincia”, sostuvo Rodríguez.
En sus comienzos, “La Ollita Viajera” cobró impulso gracias a las donaciones de gente solidaria interesada en ayudar a los sectores más humildes y también por los recursos aportados por los miembros del equipo, que en la actualidad son unas veinte personas en los departamentos Pueyrredón, Pedernera y Junín. Los coordinadores en los dos últimos son José Allende y Juan Pablo Estrada.
Rodríguez dijo que además lograron una importante colaboración del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, que los provee de alimentos secos no perecederos, para preparar unas quinientas raciones semanales de comida (200 para San Luis, 150 para Pedernera y otras 150 para Junín), más cupos de verduras producidas por la cartera gubernamental y por los propios integrantes del proyecto, en parcelas cedidas por la comunidad boliviana, en el predio de Sol Puntano.
“Eso nos alivió mucho porque ya no tenemos que preocuparnos por hacer la colecta, ahora solo nos tenemos que ocupar de cocinar todos los sábados y de hacer el reparto de los almuerzos, más la compra de los materiales descartables y de la carne fresca”, explicó el fundador del comedor itinerante.
Además de suministrar la alimentación cuatro veces al mes entre las familias de bajos recursos de distintos barrios de la capital, durante el invierno pasado “La Ollita Viajera” también se solidarizó en las calles durante las frías mañanas: entregó desayunos a jubilados que aguardaban en las filas de los bancos. Por esa actitud altruista, el equipo fue reconocido con los Premios Destacados de El Diario de la República. “Para esta temporada nos queremos adelantar y sumar otras acciones. Para eso ya tenemos voluntarias que empezaron a tejer gorros de lana para dárselos a los adultos mayores, como para que no pasen frío en la calle”, cerró Rodríguez.
FUENTE: DIARIO LA REPÚBLICA
