Luego de 16 años juntos, Gastón y Rodrigo cumplirán su sueño. La hermana de uno de ellos llevará al bebé en su vientre.
Durante 16 años de caminar la vida juntos, Gastón Martín y Rodrigo Gajardo pusieron a prueba varias veces el deseo de ser padres. La decisión maduró y la Justicia de Mendoza la transformó en un fallo sin precedentes: la pareja podrá cumplir su sueño mediante la subrogación de vientre y la hermana de uno de ellos será la gestante.
En la sentencia firmada por el juez de familia y violencia, Marcos Krochik, se aclara que en la Argentina “no existe en la actualidad regulación legal que habilite o prohíba” la maternidad mediante la subrogación de vientre “utilizando material genético de la propia pareja, o de uno de ellos y un donante anónimo”.
Ante el vacío legal que plantea el escenario, el magistrado decidió aprobar el pedido de los hombres, autorizar que la hermana de uno de ellos lleve adelante la gestación y que el óvulo provenga de una ovodonación externa. Luego de su nacimiento, el bebé será inscripto en el Registro Civil como hijo de Gastón y Rodrigo.
“En principio, íbamos a anotarnos en el registro de adopción, pero cuando lo planteamos en un almuerzo familiar, una de nuestras hermanas nos propuso gestar a nuestro hijo”, contó Gastón, director de un instituto preuniversitario: “Ese momento fue sumamente emocionante, pero lo vimos distante y hasta imposible”.
El camino hacia la decisión de sus vidas
Un día, Gastón y Rodrigo visitaron una clínica de reproducción asistida y salieron con una decisión: pedir una autorización judicial para iniciar el procedimiento. Además resolvieron que Gastón aportara el material genético. “Es también difícil pensar en gestar el hijo de alguien más, más allá de que ella va a ser la tía y la madrina”, dijo el hombre en alusión a la gestante.
La pareja fue reparando en todos los detalles. La idea de la paternidad, además de atravesar por un largo camino hasta la maduración, fue sometida a prueba.
”Empezamos con tratamiento psicológico para evaluarnos en el deseo de ser padres. Queríamos ver si lo podíamos hacer en forma responsable, y queríamos constatar si nuestra familiar realmente estaba preparada”, sostuvo Gastón, y acotó que la terapia alcanzó también al hijo varón de la gestante: “Él tiene 15 años y también empezó a ir a la psicóloga”.
La pareja además trazó un plan de transformaciones personales con un objetivo: que el momento de ser padres sea el mejor de los momentos. Rodrigo, por ejemplo, se desempeñaba como cajero y empezó a estudiar programación con la idea de trabajar con la modalidad home office: “La idea era poder estar más tiempo en casa con el bebé”. Otro detalle que habla de la planificación de la pareja es la decisión de mudarse a una casa más grande con jardín. El nombre del bebé por nacer ya está definido: será Lorenzo, si es varón; o Catalina, si es nena.
Era necesaria una autorización previa para poder disfrutar del embarazo
Gastón y Rodrigo señalan a una persona clave para dar el paso que cambiará sus vidas: la abogada Cecilia Centenaro. “Ellos me vinieron a ver en plena pandemia con esta idea, pero con la emergencia sanitaria todo el proceso se demoró porque necesitábamos tener los estudios actualizados. Empezamos con todo el trámite hace casi un año”, detalló la letrada.
Centenaro sostiene que en Mendoza hay muchos casos como el de Gastón y Rodrigo, aunque varias parejas deciden viajar a la Ciudad de Buenos Aires para hacer la subrogación. Y explica: “Hay que meter una medida precautoria cuando esté por nacer el o la bebé para que no sea inscripto con el apellido de la madre. Por la ley de la Argentina, la maternidad se determina por el parto”.
“Coincidimos en que era necesario una autorización previa para poder disfrutar del embarazo. Esto es novedoso porque si bien hay jurisprudencia al respecto, no es bastante conocida y es un tema que todavía es tabú”, dijo la abogada.
Según Gastón, “hay gente que piensa que esto lo hacen Marley o Luciana Salazar únicamente en el exterior, pero está la posibilidad de hacerlo acá”. Y concluye: “Transitar por todo este proceso judicial, si bien fue largo, demuestra que muchas otras personas pueden hacerlo”.