POR SEBASTIÁN SASSON
El film italiano escrito, dirigido y protagonizado por Roberto Benigni, conmovió a espectadores de todo el mundo con una historia que destaca por su profundo mensaje sobre el amor paternal.
En la historia del cine son varios los padres que dejaron una huella imborrable, pero Guido Orefice, protagonista de “La Vida es Bella”, se destaca como un símbolo de amor y sacrificio paternal, gracias a su capacidad para mantener la esperanza en medio de las adversidades del Holocausto para proteger a su hijo.
La película, situada en 1939 justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, muestra la vida de Guido, un hombre judío-italiano de espíritu alegre y optimista que se enamora de una profesora llamada Dora, con la que se casa y tiene un hijo, Giosué. Sin embargo, poco después del comienzo de la guerra, las tropas nazis llegan a Italia y los tres son llevados a un campo de concentración.
A pesar de las horribles circunstancias, Guido se niega a permitir que su niño sufra. Es por esto que con ingenio y humor construye una fantasía para proteger a Giosué y hacerle creer que la situación es tan solo parte de un juego en el que debe conseguir puntos.
Guido le explica a su hijo que debe evitar llorar, pedir comida o preguntar por su madre para no atraer la atención de los guardias nazis y mantener un perfil bajo. Además, le dice que, si se esconde de los guardias del campo, ganará puntos extra para el equipo.
De esta manera, la cinta resalta el amor incondicional de un padre por su hijo a través de Guido, quién opta por mantener la esperanza y está dispuesto a hacer cualquier cosa, incluso sacrificar su propia vida, para cuidar a su pequeño.
Asimismo, uno de los mensajes más conmovedores del film es la importancia de conservar a la inocencia infantil. Con su perspicacia y amor incondicional, Guido consigue que su hijo mantenga la ilusión y pureza, resguardándolo de la dura realidad que lo rodea.
Este padre es un ejemplo de lucha y superación ante las adversidades. Es por eso quepelículas como “La vida es Bella” recuerdan que la paternidad es un símbolo de amor inquebrantable y un ancla de esperanza y protección, sobre todo en las situaciones más difíciles.
