Luego de varios obstáculos por los que tuvo que atravesar, Franco Russo cumplió su sueño de debutar en la Primera División del fútbol español.
El fútbol está lleno de historias inspiradoras y superadoras. De no tener nada a cumplir el sueño. De estar entre las sombras a brillar en los partidos y recibir el amor de la gente. En este caso, Franco Russo, un futbolista argentino de 26 años, tuvo que lidiar con muchos obstáculos para poder asentarse en la Primera División. Y nunca abandonó. Y, de tanto luchar, el objetivo llegó.
Él partió, con tan solo 18 años, de Argentina hacia España, con el objetivo de dar el salto en el fútbol del país europeo. Sin embargo, nada fue lo que esperaba: en sus primeros días allá sufrió una lesión, el club lo rechazó y estuvo, durante un largo tiempo, jugando en el Ascenso y viviendo con la plata justa para comer.
“Al segundo día de entrenamientos me rompo el cuádriceps y de una semana para otra me dijeron que iba a firmar un contrato de cuatro años y al día siguiente me dijo el entrenador que ya no me querían. Ahí estaba sólo viviendo en Madrid en una habitación“, aseguró el defensor. “Me sale una prueba para ir al Lleida Esportiu que estaba en Segunda B. Me dejan en un hotel y al día siguiente me tenía que venir a buscar el director deportivo del club. Yo estuve todo el día esperando y me llamó por la noche para decirme que se había olvidado”, recordó Russo en cuanto a su segunda prueba fallida. Sin embargo, tuvo su tercera oportunidad en un club de menor categoría: “Dio la casualidad que uno del cuerpo técnico era amigo de uno de Tamarite. En ese momento tuve que decidir si ir a esa prueba o volver a Argentina”.
En referencia a la mala situación económica por la que atravesó, el argentino resaltó: “Siempre se dice que el futbolista vive muy bien y que gana mucho dinero cuando uno está arriba… pero yo en el Tamarite cobraba por aquel entonces 50 euros por semana. Terminaba los partidos y me pagaban 50 euros y también la casa. Iba al mercado con la calculadora. No salía de mi casa ni para tomar un café”.
No obstante y pese a los malos momentos por los que tuvo que pasar lejos de su país natal, en agosto de este año, ocho años después de haber llegado a España, el jugador proveniente de las inferiores de All Boys logró debutar en La Liga con la camiseta del Mallorca. “En Argentina nos movemos por sueños. Hoy soy feliz por mirar para atrás y ver lo que se logra con trabajo y esfuerzo. Si lo pienso ahora, venir sin contrato a una prueba es muy difícil, a All Boys ya no podía volver y tuve muchos obstáculos como para abandonar“, remarcó en una charla con el sitio oficial del club español.
