La historia de superación de Pablo Cingonali

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Participó en juegos panamericanos y mundiales, pero un choque lo dejó estancado durante meses. Por las complicaciones y el constante dolor que atravesaba tomó una dura decisión pero no se bajó de su pasión.

Pablo es un apasioado del ciclismo y durante muchos años participó de distintas competencias representando al país. Sin embargo, hace un año sufrió un importante accidente que le provocó la amputación de una pierna. Esto, contra todo pronóstico, no lo desanimó, sino todo lo contrario: en aquel deporte encontró las fuerzas necesarias para volver más fuerte que nunca y ahora sueña con participar de los Juegos Paralímpicos.

El hombre de 42 años, oriundo de Córdoba, se enamoró de esta práctica cuando empezó a verlo pedalear a su papá durante su adolescencia y nunca la abandonó.

Formó parte de la selección argentina, participó de más de 10 juegos panamericanos, 4 mundiales y fue medalla de plata y bronce. Esta, la que define como su vida entera, fue la desencadenante para no bajar los brazos.

Pablo volvió al ruedo luego de varios meses de recuperación. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)
Pablo volvió al ruedo luego de varios meses de recuperación. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)

Un dramático accidente

El 14 de mayo de 2022 Pablo viajaba en moto a otra ciudad para buscar el número que le correspondía para su próxima carrera, pero en el medio un accidente cambió su vida. “En una avenida un auto estaba cruzando y me chocó de costado. Me quebró cuatro costillas, el fémur, la rótula, tibia y me arrancó una parte del tobillo”, detalló.

Tras ello debió ser internado de urgencia ante la gravedad del accidente. “No sabían si me iban a poder salvar la pierna por cómo me quedó el tobillo. Estuve ocho días en terapia intensiva y cuando me llevaron a sala común tuve entre 10 y 12 operaciones”, explicó.

Su pierna quedó tan complicada que debieron ponerle placas en el fémur, armarle la rótula, pero la complicación principal era el tobillo. “No lo podían cerrar, empezaron un tratamiento para que la piel cicatrice en 20 días y terminé teniéndolo tres meses”, contó.Play Video

Luego de recibir el alta pasó seis meses encerrado en su casa: de la cama pasaba a la silla de ruedas y sucesivamente. “No me podía mover ni bajar el pie. Cuando me lograron cerrar el tobillo, entre injertos y un montón de operaciones, no sentía el pie y ahí, cuando pensé que solo quedaba la recuperación, el médico me dijo que me tenía que empezar a operar devuelta para armar otra vez y ver como quedaba”, explicó Pablo.

Sin embargo, nada le aseguraba que esa situación pueda salir bien. “El pie me dolía muchísimo y entonces me dio dos opciones: seguir operando y que la recuperación pueda tardar años, o la amputación”, señaló el ciclista.

Ante esta disyuntiva, comenzó a cuestionarse cómo iba a ser su vida con años de cirugías y cómo sin una pierna. “Con mi novia nos pusimos a ver las prótesis, a hablar con gente amputada, hasta que decidí tomar esa decisión por un tema de calidad de vida y tiempo; yo no podía hacer nada, estuve cerca de 7 meses sin trabajar, fue un caos en todos los aspectos y necesitaba recuperar mi vida”, remarcó.

El hombre de 42 años actualmente se maneja con una prótesis. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)
El hombre de 42 años actualmente se maneja con una prótesis. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)

Un 22 de noviembre finalmente se produjo la amputación y comenzó una nueva recuperación y la esperanza de volver a lo que más amaba: la bici.

“Lo primero que le pregunté al médico fue si podía subirme a la bici así que empecé andando al mes y medio sin prótesis y a mitad de febrero ya la tenía y pedaleaba con eso”, explicó.

Una carrera de vida

A fines de marzo y en medio de la recuperación llegó una propuesta increíble: una nueva carrera en De Las Altas Cumbres de 32 kilómetros. “Una marca de bicicletas me propuso correr para ellos y fue un incentivo muy grande”, destacó.

Era su primera carrera luego de un accidente que le ocasionó la pérdida de su pierna y lo mantuvo durante meses inactivo. “La terminé y apenas llegué el chico que organizaba me preguntó si quería correr el Desafío del Río Pinto, que eran 80 kilómetros y yo lo máximo que pedaleaba eran 40″, confesó.

Pablo perdió la pierna luego de un grave accidente. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)
Pablo perdió la pierna luego de un grave accidente. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)

“Lo pensé porque sufro un montón cuando pedaleo, sinceramente, pero me inscribí, quería que sea más un desafío para demostrarle a la gente que lo que uno quiere lo hace, porque lo imposible trato de hacerlo posible”, insistió.

A pesar de superarse bicicleteada a bicicleteada, Pablo aún no puede caminar bien. “Lo hago con bastón porque no tengo fuerzas en el fémur”, contó.

“Cuando estaba en la cama o silla de ruedas yo veía carreras y me largaba a llorar y me preguntaba si lo volvería a hacer. La bici es mi vida”, reconoció y entre risas, agregó: “A mi no me bajan mas, estoy mas fuerte que antes”.

Pablo en plena carrera. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)
Pablo en plena carrera. (Foto: gentileza Pablo Cingolani)

Además, contó que ya se anotó para una próxima carrera en junio y está pensando en anotarse en los Juegos Paralímpicos del año que viene. “Van surgiendo muchas cosas, empecé a dar charlas motivacional y me escribió un montón de gente preguntando cómo hacer, cómo seguir, cosas que antes no me pasaban y que ahora puedo ayudar a muchas personas solamente hablando o dándole una palmada”, apuntó.

A pesar del dolor y la falta de flexibilidad, Pablo no baja los brazos. “No puedo doblar mucho el pie y se que es un proceso largo de adaptación pero yo soy feliz andando en bici aunque me duela, se va a ir yendo con el tiempo y tengo fe de que voy a donde quiero llegar. Yo ya arranqué, que era la duda de si podía hacerlo o si me iba a doler, voy encaminado; se puede tener una vida normal, pero hay que quererlo”, concluyó.

FUENTE TN

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