Un piloto invidente desde joven se pone a los mandos de una moto guiado por un expiloto de MotoGP para conseguir su sueño: batir el récord de velocidad en tierra.
Imagina por un momento que has montado en moto toda tu vida. Tu devoción por estar encima de las dos ruedas es imparable desde bien pequeño, pero de repente un día tienes un accidente y todo cambia para siempre. Esa es la historia de Ben Felten.
Ben sufrió un accidente cuando era joven pero eso fue suficiente para que dejase de montar en moto. En cambio, un tiempo más tarde los médicos le detectaron una enfermedad ocular degenerativa que le hizo perder la vista lentamente hasta quedarse completamente ciego. Pero no, esto tampoco fue suficiente para frenarlo.
Felten tenía un sueño que quería lograr costase lo que le costase: batir el récord de velocidad en tierra con una moto. Con la ayuda de amigos y familiares y un determinación mayor que la de cualquier persona perfectamente capacitada visualmente, consiguió poner en marcha su plan.
Un plan que contó con la ayuda de un gran conocido en el mundo de MotoGP: Kevin Magee. El expiloto australiano fue el encargado de guiar a través de un auricular al incansable Felten en su afán por conseguir batir el récord de velocidad.
Récord que consiguió en el año 2018, de la mano de su equipo – el Blind Speed Kawasaki – tras ponerse a 266,716 kilómetros por hora (165,730 mph) en las salinas del lago Gairdner, al sur de Australia. Tres años más tarde sale a la luz su fascinante historia. “Dark rider”, así es como se llama la película que narra la insólita aventura de Felten y que nos descubre el fascinante proceso llevado a cabo para conseguir su sueño.