Gato y Mancha fueron dos caballos argentinos que hicieron historia al viajar de Buenos Aires, Argentina a Nueva York, Estados Unidos, a pie. Lo lograron guiados por el suizo Aimé Félix Tschiffely.
En aquél entonces, Gato y Mancha y Gato tenían 16 y 15 años respectivamente. Habían crecido en la Patagonia, donde se acostumbraron a las condiciones hostiles propiciadas por el frío sureño. Tenían un carácter bastante bravo, pero se llevaban de lo más bien con el profesor Tschiffely y no se separaban de él.
Estos majestuosos ejemplares encarnaron la esencia de la tradición gaucha y capturaron el corazón de la gente con su perseverancia y habilidad.
Gato y Mancha: De Argentina a Estados Unidos sin escalas
El 24 de abril de 1925 se inició una de las travesías del siglo, cuando Mancha y Gato, guiados por Tschiffely, partieron de la Rural en Buenos Aires y cabalgaron más de 21 mil kilómetros hasta Nueva York.
Otros números representativos del viaje:
- Rompieron el récord mundial de distancia y también de altura, al alcanzar 5.900 metros sobre el nivel del mar en el paso El Cóndor, entre Potosí y Challapata, Bolivia.
- El viaje tuvo su desarrollo a través de 504 etapas.
- Recorrieron un promedio de 46,2 km por día.
Dificultades
Parecido a lo que le pasó a Juan José Degratti, el primer humano en ir desde Ushuaia a Alaska en moto, Gato y Mancha se encontraron con una falta casi total de caminos en múltiples tramos del recorrido. Además, cuando sí existían, estaban en un estado más que dudoso.
Durante el viaje cruzaron varias veces la Cordillera de los Andes. Entre la altura -5.500 m- y la temperatura -hasta 18°C bajo cero-, fue en esos cruces donde más complicados estuvieron. Tampoco la tuvieron fácil en las zonas más desérticas, donde la temperatura a la sombra pasaba los 50ºC y los cascos de Gato y Mancha se hundían en la arena.
Llegada triunfal de Gato y Mancha
Más de tres años y cinco meses después de haber salido de Buenos Aires, Tschiffely finalmente llegó a destino el 20 de septiembre de 1928. Fueron, exactamente, 3 años y 149 días de travesía.
Todos los implicados en la aventura tuvieron una larga vida por delante, después del logro y el reconocimiento editorial que suscitó. Mancha y Gato murieron en 1944 y 1947, a los 36 y 40 años. Actualmente se los puede visitar: están embalsamados en Luján, dentro del Museo de Transportes del Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo”.
FUENTE BILLIKEN