POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
En los últimos años un deporte de origen francés viene creciendo a un ritmo acelerado, no sólo en Argentina, sino en todo el mundo. Y esta actividad es de las más simples de realizar porque no necesitás a otras personas ni elementos para llevarla adelante. Es que el parkour se caracteriza por la superación de todos los obstáculos presentes en un recorrido, dando lugar a que la capacidad motriz sea una de las claves de esta disciplina.
Josué Di Stefano es preparador físico y dirige la Escuela Integral de Parkour siendo uno de los referentes más importantes de los últimos tiempos. Charlamos con él y nos dio un pantallazo informativo sobre esta increíble actividad, que no solamente es un entrenamiento físico, sino una búsqueda de identidad.
-¿Qué significa el “parkour”?
Es un estado de conciencia en donde se percibe la totalidad de la vida como un flujo de energía que se renueva y trasciende constantemente su estado anterior. Parkour se adapta a los cambios y siempre tiene un objetivo claro: ser mejor, más eficiente y consciente de sí mismo. Desde la práctica física uno experimenta una conexión con las raíces del ser humano: trepar, saltar, moverse libremente en el entorno, desconectarse un rato de la matrix para volver al equilibrio con nosotros mismos. Poco a poco empezamos a entender la mecánica de cada desplazamiento como una serie enorme de procesos físicos y mentales que se ponen en juego a la hora de ejecutar una técnica. Descubrimos las limitaciones mentales y físicas, aprendemos que la práctica consciente, el fortalecimiento fisico, la buena alimentación y la preparacion técnica, hacen que dichas limitaciones se disuelvan.
Esto mismo sucede en la vida en general: obstáculos que aparecen ante nuestro objetivo, miedos, limitaciones, hacen que empecemos a darnos cuenta que la preparación es el único antídoto que nos va a permitir lograr todo lo que queramos en la vida. Llevar la práctica a la vida cotidiana puede tomar un tiempo, es un proceso, un estado de conciencia que nos permite superarnos. Y lo más importante, mostrarle el camino a otras personas.
-Entonces, ¿se define como un deporte o una identidad?
Parkour es lo que cada uno quiere que sea. Es adaptación total y contiene todas las formas que una conciencia le quiera dar. Para algunos es deporte, para otros una filosofía, para muchos una forma de divertirse; es infinito y moldeable a cada uno. Actualmente está siendo cada vez más reconocido como deporte, y eso es muy bueno desde mi punto de vista, ya que va a tener más llegada a las personas. Siempre es bueno llevar la práctica y su filosofía desde la integridad física, mental y espiritual, y es clave transmitir esto a las nuevas generaciones para que el mensaje siempre esté presente.
-¿Cómo te iniciaste y en que creés que cambió tu vida?
Me inicié a los 10 años de edad. Hoy tengo 34 y puedo decirte que parkour es lo mejor que me sucedió. Me trajo a las personas más importantes, me regaló y regala situaciones únicas, repletas de amor y bondad. Me enseñó que el movimiento es lo que genera la vida, que estar activo es la clave del crecimiento; a percibirme mejor, a quererme más, a dedicarme tiempo para hacer cuestiones positivas y así tener una mejor calidad de vida. Hoy puedo decirte que parkour y yo somos uno.
-¿Cuándo empezaste a enseñarlo?
Inicié en el 2006. La gente venía de diferentes puntos de Argentina para que les transmita lo que había aprendido hasta el momento. En ese entonces era muy joven, le pasaba algunas técnicas y nos pasábamos días enteros en la calle perfeccionándolas. Hoy después de tantos años desde Parkour Integral brindamos actividades a cientos de alumnos todas las semanas. Tengo un equipo con los mejores instructores de Latinoamérica, y juntos brindamos actividad desde los 4 años en adelante. Así forme la Asociación Argentina de Parkour con el propósito de llegar a más y más personas. Lo que hacemos es un tesoro y queremos que todos lo descubran.
-¿Cómo viene el crecimiento de la actividad en los últimos años?
A nivel global viene creciendo mucho, en nuestro caso desde Parkour Integral hacemos mucho hincapié en el respeto por el cuerpo, el hacer una práctica sana, a conciencia, sin tomar riesgos innecesarios. Es sinónimo de amor propio, descubrimiento y fortaleza.
-¿En qué crees que podría mejorar?
Siempre estamos mejorando para así brindar cada día un mejor servicio a nuestros alumnos. Para mejorar aplicamos los mismos principios que te comenté al inicio, que son la clave para siempre avanzar. Hoy nuestra sede está en Villa Crespo con proyección de abrir nuevas sedes para seguir amplificando la magia del parkour y así hacer felices a más personas.
-¿Querés dejarnos alguna reflexión?
Mi consejo para que reflexiones es que escuches tu interior. Muchas personas no van a creer en vos, te van a tratar de loco, van a decir que es imposible y hasta van a hablar mal de vos. No los escuches, dirigite hacia eso que tu alma te pide y te aseguro que poco a poco vas a pasar de ser el loco al visionario.
Gracias a mi mujer Emma (vice directora de Parkour Integral) y a mi hija Trinidad por confiar en mí y darme tanto amor. Gracias a mi equipo de instructores y a mis manos derecha Kami y Ezequiel (directivos de la Asociación Argentina de Parkour). Gracias a Espacio Zero, Leandro y Chechu por ser parte de esta magia llena de amor.
